PUNTOS IMPORTANTES:
- La inflación en Estados Unidos aumentó un 0,3% mensual en junio y se ubicó en 2,7% anual. Aún se espera la reacción de los mercados.
- Los salarios reales cayeron un 0,1% mensual, reflejando cómo el alza de precios erosiona el poder adquisitivo.
- La batalla entre Trump y la Fed se intensifica: mientras el presidente pide recortes de tasas, Powell mantiene su postura cautelosa.
Justo cuando parecía que la inflación comenzaba a ceder, los datos de junio han vuelto a encender las alarmas.
El índice de precios al consumidor (IPC) escaló hasta una tasa anual del 2,7%, marcando su nivel más alto desde febrero y dejando claro que la batalla contra la inflación está lejos de finalizar
El aumento mensual del 0,3% en el IPC llegó acompañado de señales preocupantes: mientras los precios de los vehículos nuevos y usados caían, las prendas de vestir y los artículos para el hogar –directamente afectados por los aranceles de Trump– registraron subidas del 0,4% y 1% respectivamente.
La vivienda, aunque solo avanzó un 0,2% en junio, sigue siendo el factor que más pesa en la inflación general, con un incremento interanual del 3,8%.
El escenario se complica cuando se analizan otros rubros clave. Los alimentos subieron un 0,3% mensual, la energía repuntó un 0,9% tras su caída en mayo, y los servicios médicos se encarecieron un 0,6%.
Este repunte generalizado ha erosionado el poder adquisitivo de los trabajadores, cuyos salarios reales cayeron un 0,1% en junio respecto al mes anterior.
Mientras Trump insiste en que los aranceles no son culpables del repunte inflacionario y presiona a la Fed para que recorte tasas, Jerome Powell y su equipo mantienen su postura: la economía es lo suficientemente sólida como para esperar.
Esta pulseada política, que ya incluye amenazas de Trump de no renovar a Powell en 2026, añade incertidumbre a un panorama económico que empieza a mostrar grietas.
La inflación y la reacción de los mercados
Luego de la noticia, los principales índices de Wall Street no se movieron a la baja como se esperaba sino todo lo contrario.
El Dow Jones abrió con una ganancia de 0,2%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq subían 0,1% y 0,3%, respectivamente.