PUNTOS IMPORTANTES:
- Trump mantiene firme el plazo del 1 de agosto para subir aranceles
- La UE evalúa represalias por hasta 72.000 millones de euros
- Un acuerdo con tarifa mínima del 15% podría dañar exportaciones
Trump fija la presión sobre la UE
El gobierno de Donald Trump ha ratificado que los nuevos aranceles del 30% sobre bienes europeos comenzarán a aplicarse el 1 de agosto, incluso si las negociaciones continúan. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo que confía en lograr un acuerdo, pero dejó claro que la fecha límite es inamovible. “Ese es un plazo firme”. Aunque las conversaciones podrían seguir después, las tarifas entrarán en vigor sin demora.
Bruselas busca una fórmula similar a la del Reino Unido, que logró un pacto con un arancel base del 10% y excepciones sectoriales. Pero la relación con Trump es mucho más tensa, y los analistas dudan de que se repita ese modelo. Además, el presidente ha insistido en mantener tarifas del 25% sobre autos europeos, una medida que afectaría especialmente a Alemania.
El mercado ha reaccionado con cautela a la posibilidad de un acuerdo desequilibrado. Según el Financial Times, Trump presiona por un mínimo del 15% al 20% en cualquier pacto. Para Arnaud Girod, de Kepler Cheuvreux, ese rango sería devastador para las exportaciones europeas, sobre todo si se suma la apreciación del euro. También advirtió que podría reavivar temores inflacionarios en Estados Unidos.
Medidas en marcha desde Bruselas
Mientras avanza el reloj, la Unión Europea prepara represalias comerciales. Funcionarios europeos confirmaron que todos los países miembros, salvo Hungría, respaldan una postura más firme. Ya están listas medidas contra 21.000 millones de euros en importaciones estadounidenses, con una segunda ronda enfocada en otros 72.000 millones. Entre los sectores potencialmente afectados están el textil, alimentos, bebidas y productos agrícolas.
Además, varios gobiernos europeos apoyan el uso del instrumento anticoerción, la herramienta comercial más potente del bloque. Este mecanismo permitiría a la Comisión Europea tomar represalias rápidas y amplias contra Washington. “Finalmente están mostrando fuerza”, dijo Girod, destacando que la UE necesita probar que su estructura conjunta puede proteger sus intereses comerciales.
Trump ha restado importancia a las represalias, descartando que la UE apunte a productos como aviones Boeing o whisky de Kentucky. Sin embargo, el cambio de tono en Bruselas sugiere que la paciencia se está agotando. Para muchos líderes europeos, quedar por debajo del acuerdo británico sería inaceptable.
Con un comercio bilateral de 1,96 billones de dólares y un superávit europeo de 50.000 millones, cualquier desequilibrio arancelario podría desestabilizar uno de los vínculos económicos más importantes del mundo. En este contexto, el mercado observa con atención cada movimiento de ambos lados del Atlántico.
Descargo de responsabilidad: Toda la información encontrada en Bitfinanzas es dada con la mejor intención, esta no representa ninguna recomendación de inversión y es solo para fines informativos. Recuerda hacer siempre tu propia investigación.