PUNTOS IMPORTANTES:
- Energía: nueva ley elimina créditos clave para renovables y EVs.
- Algunas industrias como nuclear y biofuels sobreviven al golpe.
- Inversores temen desplome en manufactura solar y eólica local.
El plan fiscal de Trump amenaza con desmantelar gran parte del sector de energía limpia
La aprobación en la Cámara de Representantes del nuevo paquete fiscal de Trump podría asestar un golpe devastador al ecosistema de energías renovables en Estados Unidos. El texto propone eliminar de forma abrupta los créditos fiscales que han sostenido por décadas a industrias como la solar, eólica y de vehículos eléctricos.
Heather Cooper, abogada especializada en proyectos de energía limpia, advirtió que sus clientes están “estupefactos” por la magnitud de los recortes. Según un estudio de Princeton, el proyecto pone en riesgo más de 500.000 millones de dólares en iniciativas de manufactura ya anunciadas bajo la Ley de Reducción de la Inflación.
Aunque la atención ahora pasa al Senado, expertos señalan que el margen político para modificar la propuesta es limitado, especialmente en áreas como créditos residenciales y beneficios para vehículos eléctricos.
Impacto desigual: Del colapso solar a la sobrevida nuclear
Uno de los sectores más golpeados sería el de paneles solares residenciales, cuyo crédito del 30% desaparece de inmediato. Empresas como SunRun (RUN) sufrieron caídas superiores al 37%, mientras que Sunnova advirtió que incluso su continuidad operativa podría estar en duda.
En vehículos eléctricos, la eliminación del crédito de 7.500 dólares por unidad, junto a nuevos cargos anuales de 250 dólares, amenaza con frenar la adopción. Aunque Tesla (TSLA) podría resistir mejor por su base de clientes, también sufriría el efecto negativo.
El segmento de energía solar a escala de servicios públicos tampoco escapa: proyectos que no inicien en los próximos 60 días perderán elegibilidad fiscal. Empresas como NextEra Energy (NEE) ya fueron degradadas por analistas ante un camino “cada vez más difícil”.
Biofuels, nuclear y captura de carbono: los pocos ganadores parciales
En un panorama tan negativo, algunos segmentos emergen con menor daño. El bioetanol y otros biocombustibles conservaron sus créditos, gracias al respaldo del agro en estados del Medio Oeste. Sin embargo, su rentabilidad sigue en duda por la baja demanda y la caída en precios de combustibles fósiles.
La energía nuclear logra mantener la mayoría de sus créditos, aunque uno clave se eliminará un año antes. Esto representa alivio para empresas como Constellation Energy (CEG), pero no soluciona los problemas estructurales del sector: altos costos, dificultad para financiar, y falta de demanda.
En paralelo, se extienden los incentivos para la captura de carbono, una tecnología con apoyo de gigantes como Exxon Mobil (XOM) y Occidental (OXY). Aun así, el mercado para estas soluciones sigue siendo pequeño y con poca demanda real, especialmente tras el relajamiento de normativas ambientales.
El riesgo fiscal amenaza la transición energética y mina la confianza inversora
Más allá de los detalles técnicos, el mensaje es claro: la legislación representa una reversión radical de la política climática. No solo frena el avance tecnológico, sino que introduce incertidumbre para proyectos ya en marcha.
El efecto inmediato será una carrera contrarreloj para iniciar obras antes del corte fiscal. “Cada fabricante de paneles recibió cien llamadas hoy”, resume Cooper.
Inversores y analistas coinciden en que esta legislación podría transformar una industria pujante en un campo de alto riesgo, si el Senado no introduce ajustes sustanciales en las próximas semanas.
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