PUNTOS IMPORTANTES:
- Wall Street reacciona ignorando el impacto de la inflación
- Malos datos de confianza del consumidor preocupan a analistas.
- S&P 500 sube 1,9% en su mejor día desde noviembre.
Wall Street ignora el índice de confianza del consumidor
El S&P 500 tuvo su mejor jornada desde el 6 de noviembre de 2024, subiendo 1,9% el viernes, mientras que el Dow Jones ganó 610 puntos (1,5%) y el Nasdaq Composite avanzó 2,4%. A pesar de la preocupación por la confianza del consumidor, los inversionistas aprovecharon la baja previa para comprar acciones.
Los 11 sectores del S&P 500 cerraron al alza, con 450 compañías del índice en terreno positivo. Sin embargo, algunos analistas advierten que los fundamentos económicos no respaldan completamente este optimismo del mercado.
David Rosenberg advierte sobre la confianza del consumidor
El economista David Rosenberg, de Rosenberg Research, calificó el último índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan como el peor desde la crisis financiera de 2008. Según Rosenberg, las expectativas sobre el mercado, empleo e ingresos han caído drásticamente.
El índice principal bajó a 57,9 en marzo, desde 64,7 en febrero, mientras que la expectativa de inflación a un año subió a 4,9% desde 4,3%. Para el período de 5-10 años, la expectativa de inflación alcanzó 3,9%, su nivel más alto desde 1993.
Inflación y política: Factores que pueden afectar al mercado
Rosenberg destacó que la Reserva Federal enfrenta un desafío, ya que estos datos ponen en duda su credibilidad antiinflacionaria, especialmente con la posible renovación de Jerome Powell en 2025.
Además, señaló que el 62% de los encuestados consideran que la administración de la Casa Blanca está haciendo un «mal trabajo» en materia económica, en comparación con el 45% antes de la elección.
¿Qué sigue para el mercado?
A pesar de la recuperación del S&P 500, la incertidumbre sobre la inflación y la política económica podría generar mayor volatilidad en los próximos meses. Si la confianza del consumidor sigue cayendo, el impacto en el crecimiento económico podría afectar el impulso alcista de las acciones.
Mientras tanto, los inversionistas continúan apostando por la renta variable, ignorando por ahora los riesgos que preocupan a los analistas.