PUNTOS IMPORTANTES:
- Alta probabilidad de recesión: El economista Adam Posen estima un 65 % de posibilidades.
- Riesgo de estanflación: Se espera inflación combinada con bajo crecimiento económico debido a las guerras comerciales.
- Políticas de Trump generan incertidumbre: Las amenazas arancelarias y subsidios podrían empeorar la inflación y dañar la economía a largo plazo.
Un destacado economista advierte que una recesión en Estados Unidos es ahora más probable que nunca, debido a las guerras comerciales iniciadas por la administración de Donald Trump, y que el país podría enfrentar el mayor shock estanflacionario en décadas.
“Podríamos entrar en recesión, o no, pero vamos a tener inflación de cualquier manera”, declaró Adam Posen, exfuncionario tanto de la Reserva Federal como del Banco de Inglaterra, en un discurso esta semana.
Posen, actualmente presidente del Peterson Institute for International Economics, estimó en 65 % la probabilidad de una recesión.
Según el economista, incluso si Trump logra acuerdos con distintos países, los aranceles probablemente permanecerán en vigor. Estas medidas encarecerían los productos, aumentarían la inflación y ralentizarían la economía: la receta perfecta para una etapa de estanflación.
La estanflación se refiere a una economía que sufre de alta inflación y crecimiento económico débil o negativo. La última vez que Estados Unidos vivió un periodo de estanflación fue a finales de los años 70 y principios de los 80, una etapa de gran agitación económica.
Incluso si los republicanos recortaran más impuestos y redujeran regulaciones, dijo Posen, es poco probable que los hogares y las empresas aumenten el gasto y la inversión debido al estado crónico de incertidumbre generado por la Casa Blanca bajo Trump.
Posen también comparó la situación con el Reino Unido tras el Brexit en 2020. Afirmó que la economía británica ha sido menos estable desde su salida de la Unión Europea, debido a la incertidumbre que generó la ruptura con su mayor socio comercial.
Afirmó que las políticas económicas “radicalmente diferentes” adoptadas por el presidente Trump —incluyendo el uso constante de amenazas contra otras naciones— han creado aún más incertidumbre, rompiendo relaciones económicas de décadas con todos los aliados clave de EE. UU.
Como consecuencia, los países tenderían a aliarse entre sí para protegerse de las acciones estadounidenses, en lugar de alinearse con EE. UU.
Todas las disrupciones causadas por las guerras comerciales y las tácticas de Trump, según Posen, llevarían a una escasez de bienes y servicios críticos, lo que provocaría un aumento de precios y una aceleración de la inflación.
Además, los esfuerzos de la administración Trump por mitigar el daño causado por los aranceles podrían incluir un mayor gasto público, mediante subsidios a empresas estadounidenses gravemente afectadas. Esta estrategia también contribuiría a elevar la inflación, advirtió Posen.
Mientras tanto, otras empresas estadounidenses que se beneficien de los aranceles tendrían más poder para subir los precios a sus clientes, al enfrentar menos competencia extranjera.
En cuanto a la política monetaria, Posen advirtió que la Reserva Federal ya ha recortado demasiado las tasas de interés, a pesar de que la inflación sigue elevada. El banco central podría quedarse rezagado una vez que los precios vuelvan a subir.
El resultado de todo esto, explicó Posen, sería que la Fed se vería obligada a aumentar rápidamente las tasas de interés, lo que añadiría aún más presión a una economía ya debilitada.
Si este escenario se concreta, concluyó, tomaría varios años o más reparar el daño económico causado.