PUNTOS IMPORTANTES:
- A pesar de la baja actividad y tarifas mínimas, Ethereum sigue atrayendo grandes flujos de capital, con más de 84.9 mil millones de dólares en nuevas stablecoins ingresadas en los últimos 12 meses.
- Grandes inversores (ballenas) están tomando posiciones alcistas significativas, lo que sugiere confianza en una próxima revalorización del precio de ETH.
- La red está en un momento ideal para estrategias de trading y construcción en DeFi, gracias a la caída en las comisiones de gas y a la baja congestión, aunque esto también reduce temporalmente los ingresos del ecosistema.
Ethereum atraviesa una fase de tranquilidad inusual. Las tarifas de gas han caído drásticamente —hasta un promedio de 0.067 Gwei— y la actividad en la red parece haberse ralentizado. Las transacciones se ejecutan con una fluidez poco común, generando una sensación generalizada de “rebaja” en el uso del ecosistema. Sin embargo, esta calma en la superficie contrasta con señales claras de acumulación y posicionamiento estratégico por parte de actores institucionales y grandes inversores.
Uno de los datos más llamativos es la entrada masiva de capital en forma de stablecoins. En los últimos 12 meses, se han sumado aproximadamente 84.9 mil millones de dólares en nuevas stablecoins sobre Ethereum, cifra que supera en más del 75 % lo que ha captado el resto de blockchains combinadas en ese mismo periodo. Esto evidencia que, a pesar de la desaceleración en la actividad diaria, Ethereum sigue siendo el núcleo de la infraestructura financiera cripto.
Este contexto de tarifas bajas representa un escenario ideal para traders y protocolos DeFi. Las operaciones complejas, los arbitrajes y las transferencias masivas pueden ejecutarse con mínimos costos, lo que incentiva la rotación de capital dentro del ecosistema. Sin embargo, también plantea un reto para la economía interna de Ethereum: con menos uso, se reducen los ingresos por comisiones y se desacelera el mecanismo de quema de ETH, afectando temporalmente su narrativa deflacionaria.
Mientras tanto, las ballenas están moviéndose con decisión. El conocido inversor Machi amplió recientemente una posición larga apalancada 25x, acumulando 5,600 ETH (alrededor de 20 millones de dólares) con una ganancia flotante cercana al millón. Por otro lado, la llamada “Anti-CZ Whale” pasó de una postura bajista a sostener 32,802 ETH (valorados en unos 119.6 millones), con ganancias no realizadas de 15 millones. Estas decisiones sugieren que los grandes jugadores no solo permanecen en el ecosistema, sino que están apostando fuerte por una subida futura.
Desde el punto de vista técnico, Ethereum ha recuperado niveles clave por encima de los $3,600, con indicadores como el RSI rebotando desde zonas de sobreventa y un MACD que apunta a una posible reversión alcista. No hay garantía de un repunte inmediato, pero las condiciones actuales favorecen un movimiento significativo más que una simple fase de agotamiento.
Ethereum se encuentra, entonces, en un momento de aparente quietud, pero cargado de señales de fondo que podrían anticipar una reactivación. La red está barata, las stablecoins siguen fluyendo, y los grandes actores muestran confianza. En el mundo cripto, estas coincidencias rara vez son irrelevantes por mucho tiempo.













