PUNTOS IMPORTANTES:
- Goldman Sachs elevó su previsión del cobre y estableció un rango estructural entre 10.000 y 11.000 dólares por tonelada.
- La entidad citó interrupciones mineras, política monetaria de la Reserva Federal y mayor demanda en energía e inteligencia artificial.
- Se espera que el precio se mantenga sobre los 10.000 dólares hasta 2027 por oferta limitada y crecimiento estructural sostenido.
El precio del cobre se acerca a niveles récord en la Bolsa de Metales de Londres, impulsado por interrupciones en minas clave, expectativas sobre las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), el cierre parcial del gobierno de Estados Unidos y la demanda vinculada a la IA y la modernización de las redes eléctricas.
Según un informe de Goldman Sachs liderado por Eoin Dinsmore, el metal industrial está entrando en un nuevo rango estructural entre 10.000 y 11.000 dólares por tonelada.
“Creemos que el precio del cobre se está reajustando en un nuevo rango de 10.000-11.000 dólares por tonelada, un nivel que nunca ha mantenido por más de dos meses, debido a las restricciones de recursos y al crecimiento estructural de la demanda en sectores críticos”
Señalaron los analistas.
Goldman elevó su proyección para 2026 a 10.500 dólares por tonelada (desde 10.000), impulsada por la paralización en la mina Grasberg, los recortes de tasas de la Fed y la depreciación del dólar estadounidense. Mantienen, además, una previsión de 10.750 dólares por tonelada para 2027.
Aunque la entidad se muestra alcista frente a los promedios históricos, estima un techo de 11.000 dólares en los próximos dos años, dado que el mercado mantiene un leve superávit que persistiría en 2026. El déficit, según Dinsmore, no se materializaría hasta finales de la década.
Proyecciones y fundamentos del nuevo rango
El analista destacó tres razones por las cuales el cobre debería cotizar entre 10.000 y 11.000 dólares por tonelada hasta 2027:
- Oferta minera restringida pero suficiente: las minas son cada vez más profundas y de menor ley, lo que limita el crecimiento de producción a +1,5% anual entre 2025 y 2030. Aunque los precios altos fomentan inversiones en China, República Democrática del Congo, Rusia y Uzbekistán, se necesitarán precios por encima de 10.500 dólares para incentivar proyectos en América del Sur. Además, el aumento del uso de chatarra de cobre podría retrasar un déficit hasta finales de la década.
- Demanda estructural moderada: se prevé que el crecimiento de la demanda refinada mundial pase de +2,8% en 2025 a un promedio de +2,1% anual entre 2026 y 2030. La expansión de infraestructura eléctrica y redesaportará más del 60% del crecimiento, mientras que sectores como defensa, vehículos eléctricos, energía eólica y centros de datos impulsarán la demanda adicional. Sin embargo, el reemplazo acelerado de cobre por aluminio en sectores cíclicos frenará la expansión y mantendrá un pequeño superávit.
- Acumulación estratégica: dada la naturaleza crítica del cobre, Goldman Sachs anticipa una mayor acumulación de inventarios estratégicos, lo que mitigaría la presión bajista sobre los precios en los próximos años.
Impacto de la interrupción en Grasberg
Los analistas esperan que los precios se mantengan por encima de 10.000 dólares durante el resto del año, en gran parte por la declaración de fuerza mayor de Freeport-McMoRan (FCX) tras el deslizamiento de lodo en la mina Grasberg de Indonesia, la segunda fuente mundial de cobre.
El especialista James McGeoch calificó el evento como un “cisne negro”, dada su magnitud y efecto inmediato sobre la oferta global. Para Dinsmore, este tipo de incidentes refuerza la tesis de que el mercado mundial de cobre entrará en déficit hacia finales de la década, consolidando el nuevo piso estructural de 10.000 dólares por tonelada.
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