PUNTOS IMPORTANTES:
- Dan Ives de Wedbush aseguró que la “fiesta de la IA” seguirá y que las empresas podrían subir otro 20% o 25%.
- Ganadores: Microsoft, Amazon, Google, Nvidia, Tesla, Meta y compañías de software como Palantir y Salesforce.
- Perdedores: Adobe e Intel, que no supieron adaptarse y quedaron rezagadas frente a sus competidores.
Durante meses se habló de que la inteligencia artificial estaba viviendo una auténtica burbuja. Sin embargo, para Dan Ives, analista estrella de Wedbush Securities, aquello no había sido el fin de nada, sino apenas el inicio de una fiesta que “acaba de empezar y seguirá hasta las cuatro de la mañana”.
Ives no escondió que, de vez en cuando, aparecerían dudas y algún que otro sobresalto en el mercado, pero lo veía como meros descansos en un camino que todavía ofrecía “oportunidades de oro” para quienes apostaran por los gigantes tecnológicos.
Frente a los bajistas que despertaban cada vez que los índices sufrían un tropiezo, el analista se mostraba convencido de que los próximos 12 meses podían sumar otro 20% o 25% de crecimiento para las acciones vinculadas a la IA.
Los ganadores de la IA, según Ives
Entre los grandes ganadores de esta tendencia, Ives señaló a los sospechosos habituales: Microsoft, Amazon y Google, los gigantes de la nube que estaban viendo cómo la demanda de centros de datos se disparaba. Nvidia sigue liderando el mercado de chips necesarios para entrenar modelos de inteligencia artificial, mientras Tesla apuesta por un futuro de coches autónomos y servicios robotaxi. Incluso Meta, a la que muchos habían cuestionado por sus negocios en el metaverso, aparece en su lista.
El entusiasmo de Ives no se limitaba a las big tech. También mencionó a compañías de software como Palantir, Snowflake y Salesforce, que, según él, estaban llamadas a vivir un auténtico “renacimiento” gracias al interés de las empresas en soluciones de inteligencia artificial.
También hay perdedores en el segmento de la IA
Para el analista, también había claros perdedores. Adobe fue una de las que salió peor paradas en su análisis: no está reaccionado lo suficientemente rápido y la IA amenaza con devorar su modelo de negocio. Necesita, en sus palabras, un cambio de rumbo urgente para no chocar contra un “iceberg de IA”.
El otro gran señalado fue Intel. Ives no tuvo piedad al describir cómo la histórica compañía de chips ha perdido ventaja competitiva y se ha movido con la lentitud de una burocracia gubernamental. Mientras rivales como Nvidia y AMD innovaban y captaban mercado, Intel se mantiene atrapada en una espiral descendente que ni siquiera los planes de la Casa Blanca para financiar parte de su futuro parecían poder revertir. “Fue un desastre”, sentenció el analista, convencido de que la década pasada había sido una oportunidad perdida para la firma.
Para Ives, la fiesta de la IA seguía viva. Y como en toda gran celebración, no todos bailaban al mismo ritmo: algunos gigantes se convertían en estrellas de la pista, mientras otros parecían quedarse sentados en la mesa, mirando cómo la música sigue sin ellos.