PUNTOS IMPORTANTES:
- Bitcoin ha crecido un 130% en 2024, atrayendo flujos netos de 36.000 millones de dólares en ETFs.
- Empresas como KULR Technology y MicroStrategy lideran la adopción institucional al invertir grandes cantidades en BTC.
- Los bonos Bitcoin y nuevos ETFs democratizan el acceso a este activo, atrayendo a más inversionistas tradicionales.
La adopción institucional de Bitcoin (BTC) ha sido la narrativa dominante en 2024, respaldada por la aprobación de ETFs (fondos cotizados en bolsa) de Bitcoin en los Estados Unidos y el creciente número de empresas que adoptan esta criptomoneda como parte de sus tesorerías. Este cambio ha llevado a Bitcoin al centro de las conversaciones financieras globales como nunca antes.
Bitcoin ha aumentado casi un 130% este año, alcanzando máximos históricos en varias ocasiones y manteniéndose cerca del umbral psicológico de los 100.000 dólares. Según los datos disponibles, los ETFs aprobados en enero han registrado flujos netos de 36.000 millones de dólares y acumulado más de 1 millón de BTC.
“La narrativa dominante para 2024 ha sido la adopción institucional”, señala el análisis, añadiendo que “desde la aprobación de ETFs hasta el número creciente de empresas que compran Bitcoin para sus tesorerías, la criptomoneda ha entrado, más que nunca, en la conversación principal”.
Nuevos ETFs y empresas adoptando Bitcoin
De manera similar, Bitwise Asset Management, ya conocida por sus ETFs de Bitcoin y Ether, presentó una nueva solicitud para un ETF que rastreará acciones de empresas con al menos 1.000 BTC en sus tesorerías. Este fondo, denominado Bitwise Bitcoin Standard Corporations ETF, incluirá empresas con una capitalización de mercado mínima de 100 millones de dólares, una liquidez diaria promedio de al menos 1 millón de dólares, y un flotante público inferior al 10%. Según el archivo presentado el 26 de diciembre, estas condiciones buscan reflejar un estándar robusto para los inversionistas interesados en Bitcoin.
MicroStrategy (MSTR) lideró este movimiento en 2020, pero el ritmo se ha acelerado con empresas como KULR Technology, fabricante de productos de almacenamiento energético para la industria espacial y de defensa. Esta compañía, con sede en Houston, Texas, anunció recientemente la compra de 217,18 BTC por 21 millones de dólares y declaró que planea asignar hasta el 90% de su superávit de efectivo a Bitcoin.
Bonos Bitcoin: una nueva vía de acceso institucional
Otra señal de adopción institucional es el lanzamiento de ETFs que se centran en instrumentos derivados relacionados con Bitcoin. Un ejemplo reciente es el ETF presentado por Strive Asset Management, que busca ofrecer exposición a los bonos convertibles de MicroStrategy.
Estos bonos, que no generan cupones y vencen en 2027, se cotizan actualmente al 150% de su valor nominal, superando el rendimiento de Bitcoin desde su creación.
El CEO de Strive, Matt Cole, declaró:
“Desde nuestra creación, Strive ha señalado los riesgos de inversión a largo plazo causados por la crisis global de deuda fiat, la inflación y las tensiones geopolíticas.
Creemos firmemente que no hay una mejor inversión a largo plazo para protegerse contra estos riesgos que una exposición bien diseñada a Bitcoin”.
En relación con la estrategia de bonos Bitcoin, Cole explicó:
“La primera de muchas soluciones planeadas por Strive relacionadas con Bitcoin democratizará el acceso a los bonos Bitcoin, que son bonos emitidos por empresas para comprar Bitcoin. Creemos que estos bonos ofrecen una exposición atractiva al riesgo-retorno de Bitcoin, pero no están disponibles para ser adquiridos por la mayoría de los inversionistas”.
Democratizando el acceso a Bitcoin
La estrategia de democratización del acceso a Bitcoin se refleja no solo en los ETFs tradicionales, sino también en soluciones innovadoras como los bonos corporativos.
Tanto Bitwise como Strive apuestan por productos que atraigan a inversionistas tradicionales interesados en diversificar sus portafolios con exposición a Bitcoin. Esta tendencia no solo valida a Bitcoin como un activo financiero legítimo, sino que también lo posiciona como una herramienta clave para enfrentar desafíos macroeconómicos globales.