Puntos Importantes:
- Según un estudio de la Universidad de Columbia, habían 47 millones de estadounidenses pobres en mayo y ahora se registraron 55 millones en septiembre.
- La gran mayoría de los nuevos pobres son de la comunidad afroamericana e hispana.
En un principio la Ley CARES, el paquete de estímulo más grande de la historia (2,2 billones de dólares), ayudó a que no se disparen los números de la pobreza, pero los beneficios de desempleo adicionales que impulsó Donald Trump expiraron a fines de julio, mientras que el programa de Asistencia para Salarios Perdidos también caducó en septiembre, dejando a las personas desempleadas con solamente beneficios estatales regulares, una cifra que no se acerca a lo que recibían anteriormente.
A raíz de esto, un estudio de la Universidad de Columbia reportó que en septiembre se sumaron 8 millones de nuevos pobres (un total de 55 millones de personas), comparado a los 47 millones que habían en mayo. Además, los datos indicaron que la mayoría de los afectados son de la comunidad afroamericana e hispana.
Antes de que la pandemia tocara suelo estadounidense, el porcentaje en situación de pobreza era de 15%. En mayo, ese número bajó a 14% para finalmente llegar a 16,7% en el mes anterior, según los cálculos del Centro de Pobreza y Políticas Sociales de la universidad neoyorquina.
Cabe destacar que las ayudas a los desempleados y los cheques aprobados por el Congreso hizo que 18 millones de personas eviten caer en la pobreza. Pero en septiembre, esa cifra disminuyó a 4 millones, ya que el dinero inyectado por el Gobierno se agotó.
«A menos que veamos una recuperación milagrosa del empleo es seguro que las familias van a necesitar un apoyo adicional a los ingresos para poder pagar las cuentas y poner comida en la mesa«, expresó a Yahoo Finance Zach Parolin, investigador del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia.
Los hispanos, por otra parte, fueron los más afectados por la pandemia en Estados Unidos, ya que el índice de pobreza pasó de 23,7% a 25,8%. En cuanto a los afroamericanos, pasó de 25,2% a 23,8%. Los blancos también se vieron damnificados pero a menor escala, ya que el porcentaje pasó del 11,2% al 12%.
«La pobreza seguirá aumentando. Va a haber gente que tendrá más y más semanas sin trabajo y solo una fracción de esos ingresos perdidos será reemplazada. Eso se va a acumular con el tiempo«, destacó Bruce Meyer, economista de la Universidad de Chicago a Yahoo Money.