Puntos Importantes:
- Considerado el más limpio de los combustibles fósiles, el gas natural empieza a ser rechazado por los inversores y las empresas de servicios públicos del primer mundo.
- En las economías emergentes sucede lo contrario, en ellas se ha visto un crecimiento constante.
- Las intenciones de los gobiernos de combatir el cambio climático afectan el desarrollo de proyectos relacionados con este combustible.
A pesar de haber sido proclamado como esencial en el proceso hacia una economía más dependiente de la energía renovable, la imagen del gas natural se empieza a transformar.
Gracias a las medidas que los países del mundo rico han ido tomando últimamente, están encaminando a este combustible al mismo rechazo que sufre el carbón, su hermano mas sucio.
Según Legal & General Investment Management Ltd., la reputación del gas natural se ha visto empañada por las fugas de metano que ocasiona, aunque emita en promedio la mitad de dióxido de carbono en comparación al carbón.
La energía eólica y la energía solar se vuelven más atractivas para el mercado de la producción de energía en los países desarrollados.
Un panorama distinto en el tercer mundo
Diferentes ejemplos muestran el crecimiento que está teniendo la producción de gas natural en países con economías emergentes.
Uno de estos los da Vietnam que ha planificado satisfacer en un 8% la demanda de energía del país, proyectando para el 2029 una producción de 26 gigavatios.
Por su parte se proyecta que serán hasta $20 mil millones de dólares lo que invertirá GNL de Total SA para la construcción de, entre otros proyectos, una planta de licuefacción de gas natural en Mozambique.
Esta gran cifra convierte a este plan de inversión extranjero en el mayor del continente africano.
Latino American no se queda atrás. Como parte de los planes de apertura de la economía brasileña su ministro de energía había anunciado antes de la pandemia un choque de energía.
Proyectando una reducción del precio del gas natural producido en Brasil entre un 30% y 40%.
Los planes ecológicos y el gas natural
Recientes investigaciones comprueban que la producción de energía a partir de combustibles fósiles como el gas natural no son compatibles con los objetivos de temperatura del Acuerdo de Paris.
Y a esto sumémosle la gran presión que ejerce los activistas que se oponen al uso del gas natural con la misma fuerza con que se opusieron al uso del carbón.
Por ello muchos inversionistas empiezan a evitar usar fondos en proyectos relacionados con este tipo de combustibles.
Como consecuencia muchos gobiernos en Europa han cambiado el enfoque de sus inversiones. La idea es usar más de 500,000 millones de euros (572,000 millones de dólares) para hacerle frente al cambio climático.
En Irlanda, el gobierno retiró a la construcción de una terminar de importación de GNL Shannon de la lista de Proyectos de Interés Común, una lista que tiene como objetivo entregar incentivos monetarios de la Unión Europea a proyectos en desarrollo.
También este tipo de medidas han afectado proyectos en Suecia, donde un juez canceló la conexión que se tenia prevista hacer entre la red del país y la terminal de GNL en Gotemburgo.
Los activistas ya han hecho lo suyo, el año pasado lograron la cancelación de la construcción del gaseoducto Midcat entre Francia y España alegando un gran impacto ecológico en la región.