PUNTOS IMPORTANTES:
- Deutsche Bank señala que los superávits y el crecimiento ya no son opciones viables hoy para bajar la deuda, por razones políticas y económicas.
- La inflación podría ayudar reduciendo el valor real de la deuda, pero su efecto suele anularse cuando suben los rendimientos.
- Solo funciona como herramienta práctica si los gobiernos logran mantener las tasas contenidas mediante políticas como la represión financiera.
Superávits y crecimiento: la fórmula clásica
Los analistas de Deutsche Bank señalan que, históricamente, los superávits primarios y el crecimiento económico han sido los mecanismos más confiables para que los países reduzcan sus niveles de deuda.
Sin embargo, también advierten que, debido a las condiciones políticas y económicas actuales, estas alternativas “parecen lejanas” y difícilmente aplicables hoy.
La inflación entra en escena
En teoría, la inflación puede jugar un papel útil. Los precios más altos reducen el valor real de las deudas con el paso del tiempo. Eso permite que los gobiernos paguen obligaciones futuras con dólares que valen menos.
Además, la inflación puede hacer que las deudas con tasas fijas sean más manejables si los ingresos del deudor aumentan.
Pero este beneficio tiene límites. Cuando suben los precios, los bancos centrales suelen subir las tasas de interés nominales para contener las presiones inflacionarias. Eso encarece el costo de la deuda y reduce cualquier ventaja inicial.
Un efecto desigual entre países
En un informe, los analistas de Deutsche Bank explican que, “en toda la muestra analizada”, las ventajas que ofrece la inflación para los países endeudados han sido “ampliamente contrarrestadas por rendimientos más altos”.
Aun así, resaltan que la experiencia no es igual para todos.
“Algunas naciones se beneficiaron significativamente de la inflación, mientras otras vieron empeorar sus cargas de deuda a medida que subían las tasas, lo que obligó a un mayor esfuerzo mediante superávits primarios o crecimiento real”, escribieron.
La clave: mantener a raya los rendimientos
Según el banco, este comportamiento demuestra que la inflación solo puede funcionar como herramienta para reducir la deuda si “los rendimientos se mantienen contenidos”.
Aquí surge el concepto de represión financiera: políticas que buscan mantener las tasas de interés bajas para hacer manejables los niveles de deuda.
Deutsche Bank advierte que estas medidas solo son más viables cuando:
- el país tiene una alta proporción de deuda en manos locales,
- existen controles de capital,
- el banco central coopera con el gobierno,
- y hay suficiente credibilidad en las políticas públicas.
La inflación como herramienta práctica
A pesar de su historial mixto, los analistas concluyen que la inflación podría convertirse en “la herramienta más práctica” para reducir las deudas nacionales, siempre y cuando los gobiernos logren aplicar medidas que mantengan los rendimientos bajo control.
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