Puntos importantes:
- Las cifras que muestra el índice de consumo de energía de Bitcoin de Digiconomist están preocupando a muchos.
- La minería de Bitcoin es la responsable de estos niveles de consumo.
- Los partidarios de Bitcoin lanzaron sus argumentos para defender a la criptomoneda.
La estimación de unos 77,8 TWh (Teravatio-hora) anuales del consumo de energía para Bitcoin, están generando debates acerca de la viabilidad ecológica de esta criptomoneda. Los niveles históricos reportados recientemente son bastante preocupantes; este estimado de consumo anual, es comparado con la cantidad de energía que consume Chile.
Ahora bien, los analistas coinciden en que no es el consumo masivo de energía lo que debería llamar la atención sino que el mayor problema que podría atribuirse a Bitcoin es el impacto ambiental que genera ese consumo.
El índice de consumo de energía de Bitcoin de Digiconomist, muestra que la huella de carbono que deja la red de Bitcoin es bastante alta; los casi 37 megatones de CO2 anuales son comparables a los generados por Nueva Zelanda.
¿Por qué la red Bitcoin está produciendo estos niveles de consumo de energía?
Todo se debe a la actividad de los mineros; estos tienen que usar equipos de cómputo especiales, que sean capaces de resolver los complejos acertijos matemáticos, necesarios para las operaciones de minado de Bitcoin. A cambio de este proceso, los mineros pueden ser recompensados con algunos Bitcoins, a esta mecánica se le conoce como “prueba de trabajo”.
En consecuencia, las cifras sobre el gasto energético son directamente proporcionales al éxito de Bitcoin; a mayor éxito de la criptomoneda, más valor adquiere y más mineros se agregan a la red, por está razón aumenta el consumo de energía.
Hoskinnson, director de IOHK, una compañía de blockchain que desarrolló el token Cardano, declara que el mecanismo de “prueba de trabajo” es el culpable de esta proporcionalidad; por eso, sugiere que el mecanismo usado por Cardano y otras criptomonedas, llamado “prueba de participación”, es mas eficiente con el gasto energético.
Con este mecanismo los que participan en las operaciones compran tokens, en lugar de tener que hacer operaciones matemáticas, para unirse a la red; de esta manera no es necesario el uso de computadoras ávidas de energía.
¿Es realmente preocupante esta situación?
El investigador del Cambridge Center for Alternative Finance, M. Rauchs, resalta que, al compararlo con otros gastos energéticos, el de Bitcoin sigue siendo bajo. Por ejemplo, con la cantidad de energía desperdiciada con los electrodomésticos inactivos en EE. UU., se podría alimentar por dos años a la red Bitcoin.
Otros defensores de Bitcoin, argumentan que el gasto energético en la red Bitcoin, es un buen uso de la energía; esto si se compara con otras industrias, cuyo uso energético es bastante cuestionable.