PUNTOS IMPORTANTES:
- Finalmente se conocieron los datos del IPC de julio, que reflejó un aumento anual del 8,5%, un número mejor de lo estimado.
- Esto significa que la inflación no solo bajó 0,6% con respecto a junio, sino que además fue una cifra menor a mayo.
- En cambio, el IPC subyacente, que excluye los componentes volátiles de alimentos y energía del informe, creció un 5,9 % anual, igual a junio.
- La gasolina cayó un 7,7% mes a mes, la pérdida más grande desde abril de 2020.
- El petróleo se ubica en una zona que no se veía desde febrero de este año, ya que el Brent cotiza cerca de los 96 USD el barril.
La inflación en Estados Unidos comienza a bajar y es una gran noticia para los inversores. La Oficina de Estadísticas Laborales publicó este miércoles que el índice de precios al consumidor (IPC) subió en julio un 8,5% anual, mejor de lo esperado por los analistas.
Esto quiere decir que la inflación cayó un 0,6% con respecto a junio y 0,1% frente a mayo. Mientras que los economistas estimaban un salto de 8,7% en los datos de julio.
Sin embargo, el IPC subyacente, que excluye los componentes volátiles de alimentos y energía del informe, creció un 5,9 % anual, la misma cifra que junio.
Una de las claves estuvo en la caída de los precios de la gasolina, que se derrumbó 7,7% en julio, la mayor pérdida mensual desde abril de 2020.
La noticia provocó que los futuros de las acciones se disparen este miércoles. El S&P 500 subía un 1,6%, el Dow Jones un 1,2% y el Nasdaq un 2,3%.
Los costos de vivienda, que representan alrededor de un tercio de la ponderación del IPC, aumentaron un 5,7% respecto al año anterior.
Estos datos podrían aliviar la presión de la Fed que, tras el informe del IPC de julio, podrían empezar a desacelerar el aumento de las tasas de interés en septiembre. Esto provocaría un rally alcista en el mercado de valores.