PUNTOS IMPORTANTES:
- Tras un sólido rally alcista, expertos creen que el oro está a apunto de una corrección significativa.
- McGlone y Vermeulen advierten de una posible repetición del patrón de 2006 o incluso de 2008.
- En estos momentos el metal amarillo se hundía más de un 3% a 3.990 USD la onza.
El oro ha vuelto a brillar con fuerza en los mercados internacionales. Su precio superó los 4.000 USD por onza, un nivel que no se veía desde hace casi dos décadas.
Sin embargo, no todos comparten el entusiasmo general. Mike McGlone, estratega de materias primas en Bloomberg Intelligence, ha lanzado una advertencia que ha puesto en alerta a más de un inversor: según sus cálculos, el oro podría sufrir una corrección de entre el 20% y el 30% en los próximos meses.
McGlone explicó que el metal se encuentra en una situación de “sobreextensión extrema”, muy por encima de su promedio móvil de 200 días, una señal que históricamente ha precedido a fuertes caídas.
De hecho, el oro cotiza actualmente con una prima del 33% respecto a esa media, un nivel que no se veía desde 2006. En aquel entonces, el patrón fue similar: el precio alcanzó un pico de más de 700 USD por onza y después retrocedió más del 20%, tardando más de un año en recuperar el terreno perdido.
Según el analista, el mercado podría estar repitiendo ese comportamiento. “Una caída es un resultado típico en este tipo de escenarios”, recordó McGlone en su publicación reciente en X. Su advertencia llega justo cuando muchos inversores veían al oro como un refugio seguro frente a la volatilidad de las bolsas y las tensiones geopolíticas.
Una predicción sobre el oro que asusta
Chris Vermeulen, estratega jefe de mercado en The Technical Traders, también ha mostrado preocupación por la fortaleza actual del metal.
En su análisis, comparó la situación presente con la que precedió a la crisis financiera de 2008, cuando el oro también parecía imparable antes de desplomarse. Vermeulen incluso fue más allá, sugiriendo que la corrección podría alcanzar entre el 30% y el 35%, e incluso llegar al 45% en escenarios más pesimistas.
Ambos expertos coinciden en un punto: el oro aún no ha definido claramente su pico. Si los precios siguen subiendo sin una base sólida, el ajuste podría ser tan brusco como inevitable. En los últimos días, el metal mostró cierta debilidad tras rozar la marca de los 4.000 USD, lo que alimenta la idea de que el mercado podría estar entrando en zona de fatiga.
Por ejemplo, este lunes el metal amarillo se hundía un 3,6% a 3.990 USD la onza, rompiendo ese soporte psicológico clave de los 4.000 USD.
Mientras tanto, muchos inversores siguen divididos. Algunos confían en que la presión inflacionaria y la incertidumbre global mantendrán al oro en niveles elevados. Otros, en cambio, temen que el impulso se haya agotado y que el metal precioso esté a punto de recordar a todos que incluso los refugios más seguros pueden perder brillo.










