PUNTOS IMPORTANTES:
- El oro superó los 4.100 USD y Peter Schiff asegura que eso demuestra que sigue siendo el refugio real frente a la volatilidad cripto.
- Bitcoin volvió a desplomarse en medio de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, provocando liquidaciones millonarias.
- El debate entre oro y Bitcoin ha vuelto con fuerza… y esta vez el mercado parece tomar partido por el metal.
Peter Schiff, uno de los economistas más críticos con las criptomonedas y veterano defensor del oro físico, no tardó en aprovechar el desplome de Bitcoin de la última semana para insistir en su tesis.
Según él, la caída no fue una oportunidad de compra, como suelen repetir los entusiastas, sino una señal de alarma que demuestra que el supuesto “oro digital” no soporta la presión cuando el panorama macroeconómico se complica.
El derrumbe se produjo en plena escalada comercial entre Estados Unidos y China, después de que Washington anunciara nuevos aranceles a las importaciones chinas. La reacción fue inmediata: miles de millones en posiciones apalancadas de criptoderivados saltaron por los aires en cuestión de horas.
Aunque Bitcoin intentó levantar cabeza con un rebote técnico, el empuje duró poco y volvió a moverse alrededor de los 110.000 USD este martes, acumulando una caída semanal de casi 12%.
Mientras tanto, el oro físico seguía su camino en dirección opuesta. El metal superó los 4.100 USD y Schiff lo utilizó como prueba de lo que lleva defendiendo desde hace años: cuando hay tensión global, el dinero no huye hacia los activos digitales, sino hacia el refugio de toda la vida. En sus palabras, el reciente repunte del oro “ha desenmascarado el mito de Bitcoin como oro digital”.
Los mercados tradicionales tampoco han quedado al margen. Tanto la renta variable como las criptomonedas han reaccionado con extrema sensibilidad a cualquier titular relacionado con política comercial, dejando claro que el apetito por el riesgo sigue pendiendo de un hilo.
Y en ese contexto, el contraste entre la volatilidad de Bitcoin y la escalada sostenida del oro vuelve a posicionar al metal como el refugio preferido de los inversores más conservadores.
¿Tiene razón Schiff o simplemente aprovecha cada caída para reforzar su discurso? Lo cierto es que, mientras Bitcoin alterna picos y desplomes, el oro sigue enviando un mensaje contundente: hay tendencias que duran milenios por algo.