PUNTOS IMPORTANTES:
- Los petroquímicos, aunque prometedores, enfrentan un mercado saturado y creciente regulación global contra los plásticos.
- El transporte representa más del 50% de la demanda global de petróleo, pero los EV y la eficiencia vehicular reducirán su consumo.
- Las tasas bajas de reciclaje ofrecen un respiro temporal, pero el futuro del sector sigue siendo incierto.
El impacto de los vehículos eléctricos en la industria del petróleo y los plásticos
Desde la icónica frase “Una palabra: plásticos” en la película The Graduate de 1967, el consumo global de plásticos ha aumentado veinte veces. Este material, que alguna vez fue un símbolo de innovación, se ha convertido en un eje crítico para la industria del petróleo, especialmente mientras los combustibles para transporte pierden protagonismo.
La transición hacia vehículos eléctricos (EV) y la mejora en la eficiencia de motores de combustión interna amenazan la principal fuente de demanda de petróleo. Actualmente, el transporte representa más del 50% del consumo global de petróleo. Según Ciarán Healy, analista del mercado petrolero de la Agencia Internacional de Energía (IEA), incluso sin un aumento significativo en las ventas de EV, los avances en eficiencia reducirán el consumo de combustible en las próximas décadas. La IEA proyecta un excedente de 8 millones de barriles diarios de capacidad petrolera para 2030.
Apuesta por los plásticos: Un riesgo estratégico para las petroleras
Ante este panorama, las grandes petroleras esperan compensar la caída en el consumo de combustibles mediante la creciente demanda de plásticos. Exxon Mobil (XOM), por ejemplo, proyecta un aumento en productos como envases de alimentos, suministros médicos y componentes electrónicos. BP sostiene que el crecimiento en petroquímicos equilibrará la disminución en combustibles por al menos una década más.
Los petroquímicos, derivados del petróleo crudo y gas natural, son transformados en materias primas como etileno y propileno, las cuales se utilizan para fabricar plásticos comunes. Según Wood Mackenzie, los petroquímicos representan el 15,4% de la demanda global de petróleo, pero se espera que esta cifra aumente al 19,1% para 2035, impulsada por el crecimiento económico en mercados emergentes.
Sin embargo, el mercado de petroquímicos ya muestra señales de saturación. A pesar de la inversión en capacidad, especialmente en China, donde la producción de etileno casi se ha duplicado desde 2019, la oferta superará la demanda hasta al menos 2030. Esto genera márgenes de ganancia reducidos y tasas de utilización subóptimas en plantas petroquímicas.
El desafío de las restricciones al plástico y el reciclaje
La inversión en petroquímicos también enfrenta riesgos regulatorios. Más de 100 países han implementado restricciones al plástico, incluyendo la prohibición de plásticos de un solo uso en la Unión Europea. Una prohibición global de este tipo podría reducir un tercio de la demanda mundial de plásticos, afectando directamente productos como envases desechables y utensilios de plástico.
Además, el aumento en las tasas de reciclaje pone en jaque la rentabilidad de los productores de plásticos vírgenes. Aunque el reciclaje aún representa solo el 10% del plástico global, es una amenaza latente. Por ejemplo, en la costa este de Estados Unidos, el PET reciclado ha sido casi un tercio más costoso que el PET virgen este año.
A pesar de estos retos, las petroleras continúan apostando por los petroquímicos como refugio ante la disminución de la demanda en transporte. Sin embargo, esta estrategia enfrenta un camino incierto en un sector saturado y cada vez más regulado.