PUNTOS IMPORTANTES:
- Oro supera al S&P 500 y fortalece su rol como refugio ante crisis.
- La plata podría replicar la subida del oro, según patrones históricos.
- Relación oro-plata señala posible oportunidad para inversionistas.
El oro volvió a demostrar su valor como refugio ante el caos financiero y, si la historia sirve de guía, sus ganancias podrían extenderse. Sin embargo, los inversionistas también deberían prestar atención a la plata, que podría protagonizar un nuevo repunte.
Aunque el oro genera opiniones encontradas entre los analistas, los datos históricos muestran que suele superar a las acciones en épocas de crisis. Lo logró durante los años 70 y en la primera década de este siglo, protegiendo a los inversionistas de la inflación y de crisis económicas como el estallido de las punto com y la gran recesión.
En lo que va de esta década, el oro ha retornado un 113%, frente a un 78% del S&P 500 (SPY), según datos de FactSet.
La historia respalda un posible rally de la plata
El reciente comportamiento del oro refuerza su estatus como activo refugio, pero su fuerte suba también puede hacer dudar a quienes aún no ingresaron. Esta semana alcanzó un récord histórico antes de retroceder ligeramente tras comentarios más moderados del presidente Donald Trump sobre comercio y la Reserva Federal. En los últimos 12 meses, el oro avanzó aproximadamente 41%.
Frente a este escenario, la plata aparece como una alternativa atractiva. Aunque ha subido un 23% en el último año —por debajo del rendimiento del oro—, sigue superando ampliamente al S&P 500, que subió apenas un 6% en ese período.
La plata combina su atractivo como metal precioso y refugio con su uso industrial en sectores como la electrónica y la energía solar, lo que la hace más sensible a los ciclos económicos. Cuando los mercados temen una recesión, el oro suele repuntar antes, pero luego la plata tiende a recuperar terreno.
Un indicador clave para los seguidores de activos duros es la relación oro-plata. Actualmente, el oro cuesta 98 veces más que la plata por onza, frente a un promedio de 68 veces en los últimos 30 años. Solo en episodios críticos, como la crisis del Covid-19 en marzo de 2020, esta relación superó los 100.
Tras aquel desequilibrio, en los 12 meses siguientes la plata subió un 73%, mientras que el oro apenas avanzó un 8%.
El contexto económico podría beneficiar a ambos metales
Durante la crisis financiera de 2008, la relación también subió de 53 a 80, anticipando un incremento del 81% en la plata frente a un 44% en el oro en el siguiente año. Un patrón similar se vio en el pánico de mercado a inicios de 2016.
Esta dinámica podría repetirse, salvo que un escenario de colapso comercial global perjudique la demanda industrial de plata. Sin embargo, incluso durante la recesión de 2008, la plata logró beneficiarse posteriormente gracias al estímulo monetario de la Reserva Federal y a la recuperación económica.
Para protegerse ante el peor escenario, el oro sigue siendo la apuesta más sólida. Pero para quienes buscan aprovechar oportunidades adicionales, la historia sugiere que la plata podría ser una compañera ideal en las carteras de inversión actuales.
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