PUNTOS IMPORTANTES:
- Comercio bilateral inicia nueva fase entre EE. UU. y Reino Unido.
- Acuerdo busca eliminar barreras específicas y evitar disputas.
- Digital, acero y autos dominan una negociación aún incipiente.
Comercio entre EE. UU. y Reino Unido entra en nueva etapa estratégica
El presidente Donald Trump confirmó este jueves el anuncio de un acuerdo comercial inicial con el Reino Unido, el primero bajo su renovado régimen de tarifas. El anuncio fue presentado como un gesto simbólico hacia un aliado histórico y una señal de apertura a futuros pactos bilaterales.
El marco acordado busca facilitar el diálogo sobre temas sensibles como aranceles, barreras no arancelarias y comercio digital. Aunque no es un acuerdo integral, marca el inicio de una nueva etapa tras años de distanciamiento comercial.
Trump destacó que el Reino Unido fue elegido por su “historia de lealtad” con EE. UU. y prometió que vendrán más tratados. La Casa Blanca considera esta firma un hito estratégico tras imponer un arancel base del 10% a todas las importaciones, además de medidas específicas como el 25% al acero y aluminio británico.
El acuerdo se centrará en sectores clave y no implica todavía una eliminación total de los aranceles. Londres espera reducir los gravámenes sobre el acero y automóviles, mientras que EE. UU. busca avanzar en concesiones sobre impuestos digitales aplicados a gigantes tecnológicos norteamericanos.
Una señal política y económica que va más allá de los detalles
El Reino Unido, bajo el liderazgo del primer ministro Keir Starmer, ha optado por una postura diplomática frente a Trump. Esta semana formalizó una invitación para una segunda visita de Estado, firmada incluso por el rey Carlos, evitando tensiones sobre Ucrania o comercio.
El pacto llega tras la imposición arancelaria del 12 de abril y representa un modelo distinto al intento anterior de tratado pos-Brexit, que fracasó por desacuerdos en temas farmacéuticos y agrícolas. Ahora, el enfoque es más técnico y por sectores.
Trump busca acuerdos que garanticen mayores compras de productos estadounidenses y una reducción de trabas comerciales. El objetivo declarado es fomentar más manufactura interna y dejar claro que el diálogo con EE. UU. requiere concesiones concretas.
Este anuncio también envía un mensaje a los mercados y a sus socios globales como India, Japón y China. Mientras algunos países confrontan a EE. UU., otros optan por negociar. El contexto actual pone el foco en la flexibilidad, reciprocidad y señales políticas de largo alcance.
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