PUNTOS IMPORTANTES:
- Ventas minoristas cayeron 0,9% en enero, superando las expectativas de los analistas
- Factores climáticos y ajustes tras compras anticipadas afectaron el consumo
- La economía sigue respaldada por el empleo y la riqueza de los hogares
Las ventas minoristas en EE.UU. cayeron más de lo esperado en enero, probablemente debido a las bajas temperaturas que alejaron a los consumidores de los concesionarios de automóviles.
El Departamento de Comercio (DOC) informó que las ventas minoristas descendieron 0,9% en enero, tras un incremento revisado al alza del 0,7% en diciembre. Los economistas consultados por Reuters habían previsto una caída de 0,1%.
Factores climáticos y comerciales afectan el consumo
Gran parte del país estuvo cubierto por tormentas de nieve y temperaturas bajo cero en enero, lo que influyó en la disminución de las ventas. Además, los incendios forestales en California podrían haber tenido un impacto negativo en el consumo.
Otro factor en juego es el ajuste tras cuatro meses consecutivos de crecimiento robusto, en parte impulsado por compras anticipadas ante la posibilidad de aranceles sobre las importaciones.
Se pospuso hasta marzo la aplicación de un 25% de aranceles a productos de México y Canadá, mientras que un arancel adicional del 10% a bienes de China entró en vigor este mes.
Perspectivas económicas y del consumidor
A pesar de la caída en las ventas minoristas, el gasto sigue respaldado por la resiliencia del mercado laboral, que mantiene el crecimiento salarial elevado y la expansión económica en curso.
La riqueza de los hogares se encuentra en niveles récord gracias a los altos precios de la vivienda, aunque el mercado de valores ha cedido parte de sus ganancias.
Excluyendo automóviles, gasolina, materiales de construcción y servicios de alimentos, las ventas minoristas básicas cayeron 0,8% en enero, tras un aumento revisado al alza de 0,8% en diciembre. Estas ventas son un indicador clave del gasto del consumidor dentro del Producto Interno Bruto (PIB).
Los economistas esperaban un aumento del 0,3%, luego del incremento previamente reportado del 0,7% en diciembre.
El consumo sólido en el último trimestre ayudó a compensar la reducción de inventarios, permitiendo que la economía creciera a un ritmo anualizado del 2,3% en el cuarto trimestre, después de una expansión del 3,1% en el tercer trimestre.