PUNTOS IMPORTANTES:
- El mercado acumula tres años de rally con apoyo de la Fed y la IA.
- UBS, JPMorgan y BofA ven espacio para un nuevo impulso alcista.
- Las small caps y la euforia inversora podrían marcar la próxima fase.
Un mercado que acumula ventajas pero busca su próximo motor
El bull market de Wall Street llega a su tercer aniversario con índices en récord, crédito estable y flujos de inversión abundantes. El recorte de 0,25 puntos de la Fed refuerza la expectativa de más estímulos, incluso mientras el crecimiento y la inflación se mantienen firmes. La señal es clara: el banco central actuará con rapidez para sostener la expansión antes que para frenar precios.
Los sectores ligados al consumo, el comercio y la tecnología mantienen un ritmo sólido. El entusiasmo por la inteligencia artificial se refleja en el rally de Intel (INTC) tras la inversión de Nvidia (NVDA), y antes en Oracle (ORCL) con sus proyecciones de ingresos por IA. El S&P 500 acumula un retorno anualizado de 25% desde octubre de 2022, con el Nasdaq en estado de sobrecompra por cuatro meses consecutivos.
El dilema ahora es qué puede alimentar la siguiente etapa de este ciclo, considerando que las valoraciones se han elevado: el S&P 500 cotiza a 23 veces beneficios futuros, mientras el Nasdaq 100 lo hace a 28 veces.
Tres caminos para prolongar el bull market
El primero es más continuidad: una economía estable, política monetaria flexible y el ímpetu de la IA. El segundo, un renacer de los small caps. El Russell 2000 alcanzó un nuevo máximo tras el recorte de tasas, alentando a quienes creen que el capital oportunista puede revitalizar sectores olvidados. Sin embargo, su trayectoria depende de más estímulos de la Fed, spreads de crédito ajustados y un entorno de fusiones activo.
El tercer escenario es la euforia. JPMorgan calculó que si los inversores globales elevan su exposición accionaria a los niveles de 2000, la renta variable podría ganar otro 47%. Bank of America, por su parte, recordó que las burbujas históricas han ofrecido alzas promedio del 244% desde mínimos, aunque siempre con desenlaces abruptos.
Por ahora, el mercado se comporta más como en 1997 o 1998: fortaleza persistente, comparaciones con el auge de internet y señales de apetito por riesgo. Deutsche Bank incluso destacó que un grupo de acciones con mayor volumen de opciones call rebotó con fuerza, síntoma de compra especulativa.
El desafío es reconocer el juego actual sin anticipar un final inminente. Con el S&P 500 marcando los 6.666 puntos, diez veces su mínimo de la crisis de 2009, el mercado recuerda lo generoso que puede ser, aunque siempre quede la pregunta de cuánto tiempo más durará la fiesta.
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