PUNTOS IMPORTANTES:
- La curva de rendimiento lleva invertida 793 días, lo que genera incertidumbre.
- La uninversión reciente podría indicar que la Fed se acerca a reducir las tasas de interés.
- Aún es demasiado pronto para descartar una posible recesión.
La curva de rendimiento sigue uninvirtiéndose. ¿Qué significa y por qué importa?
Un cambio en el mercado de bonos está generando esperanza de que la economía de los Estados Unidos pueda evitar una recesión, aunque es importante no adelantarse en las conclusiones. En los últimos días, el mercado ha estado hablando sobre la llamada “uninversión” de la curva de rendimiento. En términos simples, esto significa que los rendimientos de la deuda del Tesoro a 10 años ahora son mayores que los rendimientos de la deuda a 2 años, algo que ocurrió tanto el miércoles como el jueves, y previamente el 5 de agosto.
Durante el día, la deuda a 10 años ofrecía un rendimiento ligeramente superior al de los pagarés a 2 años. Es lógico que los rendimientos de las deudas a más largo plazo sean más altos, ya que el riesgo de pérdidas por inflación y otros factores aumenta con el tiempo.
El fenómeno de la inversión de la curva
Aunque los rendimientos de la deuda a largo plazo suelen ser más altos que los de la deuda a corto plazo, esta situación no se ha dado en los últimos dos años. Desde julio de 2022, la deuda del Tesoro a 10 años ha cerrado cada día de negociación con un rendimiento por debajo del de los pagarés a 2 años, lo que se conoce como inversión de la curva de rendimiento. Esta inversión suele ser una señal de alerta para la economía de Estados Unidos.
La inversión de la curva provoca que los bancos ajusten sus estándares de préstamo, lo que tiende a hacer que los inversionistas se vuelvan más cautelosos al realizar compromisos financieros a largo plazo. Históricamente, cinco de las seis recesiones que ha vivido Estados Unidos desde 1980 fueron precedidas por una inversión de la curva de al menos 20 días. La excepción fue la recesión de 2020, causada por la pandemia de COVID-19, tras una inversión más corta de solo seis días en agosto de 2019.
La historia detrás de la inversión prolongada
Esta vez, la curva de rendimiento ha estado invertida por un récord de 793 días, y aún no se ha registrado una recesión. Aunque puede ser tentador pensar que la inversión de la curva no está funcionando como indicador, o que la economía de Estados Unidos está en mejor forma de lo esperado, es demasiado pronto para dejar de preocuparse. La historia nos muestra que los problemas económicos suelen comenzar cuando las inversiones prolongadas de la curva terminan.
En las últimas cuatro recesiones, que comenzaron en 1990, 2001, 2007 y 2020, la crisis económica solo se manifestó después de que la curva de rendimiento volvió a ser positiva. Las recesiones consecutivas de 1980 y 1981, sin embargo, comenzaron mientras la curva aún estaba invertida.
Una lectura optimista
Por supuesto, existe una forma más optimista de interpretar esta situación. Algunos expertos argumentan que la reciente uninversión de la curva podría indicar que la Reserva Federal está cerca de reducir las tasas de interés por primera vez desde que comenzó a aumentarlas en 2022. Esta reducción en las tasas bajará los costos de los préstamos a corto plazo, lo que podría estar provocando la caída más rápida de los rendimientos de los bonos a corto plazo.
Este fenómeno, llamado “bull steepening” en el mercado de bonos del Tesoro, ocurre cuando tanto los rendimientos de los bonos a 10 años como los de 2 años caen, pero los de corto plazo lo hacen a un ritmo más acelerado. Esto generalmente sucede cuando los inversionistas son optimistas sobre el crecimiento económico futuro, lo que podría señalar un aterrizaje suave para la economía.
¿Qué viene ahora?
En los próximos meses será más claro si la Reserva Federal ha llevado a la economía a una recesión al elevar las tasas de interés para combatir la inflación, o si ha logrado controlar los precios sin causar una contracción económica. Esto nos ayudará a entender si la curva de rendimiento ha fallado como indicador líder en este ciclo económico, o si sus efectos simplemente se manifestaron más tarde de lo habitual, como apunta Jim Reid, jefe global de economía e investigación temática de Deutsche Bank.