Puntos importantes:
- Además de ver los fundamentales y gráficos, los analistas también suelen mirar el pasado para determinar qué puede suceder en el futuro.
- El 2022 ya finalizó y los números fueron para el olvido. Ahora los inversores se preguntan qué suele pasar después de un año con fuertes pérdidas.
- A continuación, un breve análisis del índice MSCI World desde 1970 y del S&P 500 desde 1929.
Es hora de dar vuelta la página y olvidar lo que fue el 2022, un año sin dudas muy complicado para los inversores. Es momento entonces de pensar en este comienzo de año para tratar de prever qué nos deparará.
El dato interesante que encontró Factset es que tanto el índice MSCI World como el S&P 500 suelen ser positivos después de un año con fuertes pérdidas como el 2022.
Índice MSCI World desde 1970
Este índice global de mediana y gran capitalización ha aumentado desde 1970 el 75% del tiempo (18,4% en promedio anual) después de un año negativo.
Solo dos veces el índice retrocedió dos o más años consecutivos: en 1973-1974 por la crisis del petróleo; y entre el 2000 y 2002, por el colapso de las puntocom y los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Los primeros trimestres suelen ser positivos, con un incremento del 53,3 % del tiempo en un promedio del 11%. Sin embargo, cuando el índice cae, lo hace en un promedio del 5,7%.
El S&P 500 desde 1929
El índice de referencia estadounidense reveló datos similares al MSCI World. El 65% del tiempo fue positivo después de un año con pérdidas. En promedio, el índice subió 23,7% anual y cayó 21,1% cuando disminuyó.
A tener en cuenta, el índice se desempeñó peor sobre una base trimestral, ya que el índice se hundió con más frecuencia (55%) de lo que aumentó después de un año de rendimientos negativos.
Los enero parecen ser positivos a lo largo de la historia. El S&P 500 saltó 61,3% del tiempo a un promedio de 4,5% mensual.
Por otro lado, Goldman Sachs proyecta una caída del 9% en el S&P 500 para el primer trimestre de este año, lo que pasaría de 3800 puntos actuales a 3600 puntos. Para los próximos seis meses, prevén que el índice suba a los 3900 puntos.
Cabe señalar que estos datos son históricos y estadísticos sin contemplar los contextos actuales. En estos momentos, Estados Unidos y el mundo tienen aún una inflación elevada y las tasas de interés están lejos de recortarse.