Empresa en EE. UU. aprovecha residuos de carbón para minar Bitcoin

Cada día surgen más empresas interesadas en participar en la minería de Bitcoin con fuentes de energía desperdiciadas, un ejemplo reciente de ello es la empresa Stronghold Digital Mining, ubicada en el estado Pensilvania en los EE. UU., que adquirió centrales eléctricas para convertir el carbón residual en energía para extraer bitcoins (BTC).

Según la información publicada en su portal web, la compañía afirma que se dedica a mejorar “activamente el medioambiente”, además de recalcar que “emplea técnicas de minería de criptomonedas del siglo XXI para remediar los impactos de la minería del carbón de los siglos XIX y XX en algunas de las regiones más descuidadas ambientalmente de los Estados Unidos”. 

Aprovechando desechos de carbón para minar BTC

Stronghold se describe como un “minero de Bitcoin integrado verticalmente”, ya que además de poseer un hardware propio, también cuenta con una planta de energía, la cual describe como “beneficiosa para el medio ambiente”, ya que sus operaciones de minería de Bitcoin “se basan en la recuperación de sitios de desechos de carbón en Pensilvania”.

La empresa expone que “las instalaciones de generación de energía de Stronghold” se encarga de quemar “las pilas de los desechos de carbón”, para así convertirlos en energía que se utiliza para extraer Bitcoin. Stronghold añadió que el proceso lo hacen de “manera controlada en cuanto a emisiones en nuestras instalaciones de generación de propiedad absoluta”. 

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Por otro lado, una reciente publicación del medio digital Techspot reportó que actualmente la primera central eléctrica adquirida por Stronghold, la cual está ubicada en el municipio de Scrubgrass, produce energía suficiente como alimentar a 1.800 equipos mineros de Bitcoin. Según la empresa, esta posee una capacidad de generación de 85 MW y, además, cuenta “con aumentos de producción planificados para apoyar a más de 20.000 mineros para 2022″, en la central ubicada en el condado Venango en Pensilvania.

Asimismo, según fuentes citadas, se conoció que en junio de este año la empresa logró recaudar unos 105 millones de dólares a través de una ronda de financiación; y en el siguiente mes presentó un formulario S-1 ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE. UU. para una oferta pública inicial de 100 millones de dólares.

Posteriormente, Stronghold informó en agosto que adquirió una segunda central eléctrica, la planta Panther Creek (con una capacidad de generación de 80 MW), también en Pensilvania, y dejó en claro que se encuentra en negociaciones para adquirir una tercera central eléctrica en dicho Estado.

Hasta el momento, Stronghold posee una capacidad de generación total de 165 MW y estima que “por cada bitcoin extraído se eliminan 200 toneladas de carbón residual”. En palabras de su director ejecutivo, Greg Beard, «un impacto negativo en el medio ambiente ha sido durante mucho tiempo una crítica a la minería de Bitcoin, con una buena razón«, por lo que al combinar las propiedades de las centrales eléctricas “con los beneficios ambientales que se acumulan en la región, nos permite extraer bitcoins a lo que creemos que son algunos de los costos más bajos de la industria al tiempo que hacemos una contribución transformadora a el medio ambiente«, sentenció.

Reacciones de ambientalistas por el proyecto de Stronghold

De acuerdo con NBC News, ambientalistas locales afirmaron que darle una nueva vida a “las envejecidas plantas de energía de combustibles fósiles de Estados Unidos” a través de la minería de Bitcoin desalentaría “la inversión en fuentes de energía renovable”, aseverando además que lo esencial es alejarse de fuentes de energía que emiten carbono a la atmósfera.

Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. “las pilas de carbón residual son un peligro ambiental lleno de contaminantes que se filtran a las vías fluviales, matan a los peces y otros animales salvajes, y en ocasiones se incendian espontáneamente”. Sin embargo, la agencia asevera que la quema para utilizarlo “como combustible en una planta de energía”, como lo hace la central de Scrubgrass emitiría “dióxido de carbono a la atmósfera y otros gases de efecto invernadero peligrosos”, aun cuando esta acción contribuiría con la limpieza de tales pilas de desechos de carbón.

En este sentido, Jamar Thrasher, un portavoz del Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania (DEP) declaró ante NBC News que “actualmente una de las formas más efectivas de remediar estas pilas de carbón es consumirlas utilizando la mejor tecnología disponible”, tal como lo hace “Scrubgrass para generar electricidad» , ya que al estar sobre la tierra dichas pilas de desechos “continúan contaminando la tierra, arroyos y aire».

Thrasher agregó que «desafortunadamente, al igual que otras formas de generación eléctrica que utilizan carbón, gas natural y petróleo”, este tipo de solución “da como resultado la emisión de contaminantes atmosféricos”, por lo que los resultados negativos deben terminar equilibrándose “con los beneficios ambientales que brinda esta forma de generación«, sentenció el portavoz de DEP.

Según el informe de Techspot, “las estadísticas actuales” presentadas por el DEP establecen que actualmente la empresa Stronghold ha contribuido con la recuperación de más de 1.000 acres de tierras en Pensilvania.

Otra alternativa para la minería de Bitcoin, basada en el aprovechamiento de residuos y desperdicios, es el uso del gas natural que no se aprovecha en sitios de perforación de la industria petrolera. En Estados Unidos también se está utilizando esta opción como fuente de energía para alimentar equipos mineros de Bitcoin; de hecho, compañías de minería de Bitcoin y productores de petróleo en Texas están uniendo esfuerzos para tal fin, como lo reportó este mes Bitfinanzas.

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