PUNTOS IMPORTANTES:
- KIP Protocol confirmó que participó en el proyecto Libra, pero no creó el token ni obtuvo ganancias con su venta.
- El token LIBRA perdió más del 95% de su valor en pocas horas tras su lanzamiento.
- Investigaciones revelaron que la mayoría de los tokens estaban desbloqueados y controlados por una sola billetera.
KIP Protocol, una empresa especializada en infraestructura de pagos con inteligencia artificial en el ecosistema Web3, reveló recientemente su participación en el desarrollo del proyecto Libertad, que el presidente argentino Javier Milei promovió. Este proyecto incluía el lanzamiento del token LIBRA, que experimentó un colapso del 95%pocas horas después de su salida al mercado.
Durante una transmisión en X el 15 de febrero, Julian Peh, CEO y cofundador de KIP Protocol, aclaró que una empresa contrató a KIP Protocol como consultora tecnológica. Su tarea principal consistía en facilitar la distribución de fondos del proyecto hacia los negocios locales en Argentina.
Sin embargo, enfatizó que la compañía no tuvo ninguna responsabilidad en la creación del token LIBRA.
Además, Peh aseguró que KIP Protocol no fungió como creador de mercado del token, ni obtuvo ganancias derivadas de su venta. A pesar de estas declaraciones, el CEO no ofreció detalles adicionales sobre las entidades que sí estuvieron directamente involucradas en el lanzamiento del activo digital.
El impacto de la promoción de LIBRA y su caída estrepitosa
El proyecto atrajo la atención del mercado tras un post de Javier Milei en X, en el que el presidente argentino describió a LIBRA como un vehículo para el crecimiento de pequeñas empresas y startups en el país.
El presidente mantuvo esta publicación fijada en su perfil durante varias horas antes de eliminarla, lo que impulsó la credibilidad del token entre los inversionistas.
Sin embargo, poco después de su lanzamiento, LIBRA sufrió un desplome del 95%, generando fuertes críticas y sospechas sobre la naturaleza del proyecto. Diversos analistas alertaron sobre posibles irregularidades, entre ellas, la falta de información transparente sobre los responsables y el elevado porcentaje de tokens desbloqueados, lo que podría facilitar manipulaciones en el mercado.
Inicialmente, muchos inversionistas temieron que el perfil de Milei en X hubiera sido hackeado, dada la extraña promoción del token. Sin embargo, el respaldo de otros políticos argentinos hizo que el proyecto ganara legitimidad en la percepción pública.
Pese a la promoción inicial, el presidente se retractó de su apoyo y afirmó que desconocía los detalles del proyecto, distanciándose de su lanzamiento.
Sin embargo, según The Kobeissi Letter, el sitio web oficial del proyecto contenía solo un formulario de Google para solicitar financiamiento, lo que despertó aún más dudas sobre su legitimidad.
Además, los investigadores descubrieron que alguien registró el dominio web del proyecto solo unas horas antes del lanzamiento del token y lo configuró con una vigencia de un solo año, sin datos públicos sobre su propietario. Estos factores reforzaron las sospechas de que el proyecto pudo haber sido una iniciativa improvisada sin bases sólidas.
Concentración de tokens y riesgos para los inversionistas
Un análisis de Bubblemaps reveló que el 50% del suministro total del token estaba contenido en una única billetera, lo que implica un alto riesgo de manipulación de precios.
Además, el estudio mostró que al menos el 82% de los tokens permanecían desbloqueados, lo que significa que podrían ser vendidos en cualquier momento, ejerciendo una presión bajista sobre su valor. Esto contrasta con el lanzamiento de otros proyectos similares, como el token TRUMP, que implementó períodos de bloqueo para ciertas cantidades de tokens con el fin de evitar volatilidad extrema en el mercado.
A pesar de estas medidas en otros casos, los proyectos de criptomonedas promovidos por figuras políticas han sido objeto de fuertes cuestionamientos legales y políticos. Críticos del ecosistema cripto han advertido que este tipo de lanzamientos podrían convertirse en una herramienta para esquemas de financiamiento poco transparentes.