PUNTOS IMPORTANTES:
- El índice de precios al consumidor saltó a un 8,3% el mes pasado frente al 8,1% que esperaban los analistas. En marzo, esa cifra fue del 8,5%.
- La noticia positiva más allá de los números es que la inflación bajó y en marzo podría haber tocado su punto máximo como proyectaban los expertos.
- El IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, también fue más alto de lo esperado, con un aumento del 6,2%.
- Los índices estadounidenses reaccionaron negativamente a la noticia y rebotaron para abrir con pérdidas superiores al 0,3%. El Nasdaq se hundía 1%.
La Oficina de Estadísticas Laborales informó este miércoles que la inflación en abril saltó un 8,3%, un 0,2% menos que lo registrado en marzo, aunque el número fue mayor a lo esperado, de 8,1%.
La noticia no fue bien recibida por el mercado ya que los principales índices estadounidenses se volvieron negativos y abrieron con pérdidas: el S&P 500 bajaba un 0,3%, el Dow Jones un 0,7% y el Nasdaq un 1%.
De igual manera, y como dato alentador, el índice de precios al consumidor, que abarca los precios de bienes y servicios, bajó con respecto a marzo y eso significa que la inflación podría haber tocado su punto máximo allí.
Si se eliminan los volátiles precios de los alimentos y la energía, el llamado IPC subyacente aumentó un 6,2 %, frente a las expectativas de un aumento del 6%.
Para frenar la inflación más alta en 40 años en el país, la Reserva Federal incrementó las tasas de interés en 50 puntos básicos con el objetivo de mantener una inflación cerca del 2%, algo que hoy en día parece muy lejano.
Sin embargo, hay industrias que comenzaron a bajar sus precios como el de la energía, que cayó un 2,7% en el mes incluida la gasolina que se desplomó un 6,1%. De igual manera, en una base anual, los precios siguen muy elevados, ya que el costo de la energía aumentó un 30,3% y los alimentos un 9,4%.
Además, la subida de precios se trasladaron a otras industrias clave, como la del mercado inmobiliario y la venta de automóviles nuevos. El índice de vivienda, que representa alrededor de un tercio de la ponderación del IPC, aumentó otro 0,5% y llegó a un 5,1% anual, su aumento más rápido desde marzo de 1991. Mientras que los vehículos nuevos subieron 1,1%.
“Estamos empezando a ver un pequeño retroceso en la energía, pero no es suficiente. Los mercados esperaban una mejor cifra y no es lo suficientemente buena como para descartar más ajustes de la Fed”.
Advirtió Kathy Jones, estratega jefe de renta fija de Charles Schwab.
Por otro lado, se han disparado los precios de las aerolíneas. En solo un mes los viajes de negocios y las vacaciones subieron un 18,6%. Abril también vio grandes aumentos de precios en alimentos importantes para los estadounidenses: El pollo se disparó un 3,4% y los huevos un 10,3%, mientras que el tocino subió un 2,5% y los cereales para el desayuno un 2,4%.