PUNTOS IMPORTANTES:
- China se lanza a conquistar mercados con su diplomacia más activa.
- Pekín aprovecha la retirada de EE.UU. para ganar influencia.
- Xi busca reforzar alianzas justo cuando el comercio global tiembla.
China redobla su “charm” exterior en plena tensión comercial
Desde que el presidente Donald Trump anunció aranceles masivos el 2 de abril, China ha desplegado una intensa campaña diplomática por todo el mundo. Lejos de una simple mejora en las relaciones, Pekín exige una contrapartida clara: cooperación comercial.
El gobierno eliminó sanciones impuestas hace cuatro años a miembros del Parlamento Europeo, pero dejó claro que el gesto busca obtener respaldo frente al creciente aislamiento. En palabras del portavoz Guo Jiakun, la prioridad es “promover la liberalización del comercio” y estabilizar la economía global.
Exportaciones en el centro del “charm” diplomático
La reciente gira de Xi Jinping por Vietnam, Malasia y Camboya confirma que su objetivo principal es blindar mercados para las exportaciones chinas. El mandatario también participará en el evento de la Victoria de Putin y recibirá a líderes latinoamericanos como Luiz Inácio Lula da Silva.
Con una demanda interna débil, el país depende críticamente del mercado exterior. China representa casi un tercio de la producción manufacturera mundial, y asegurar su colocación en el exterior se ha vuelto vital.

“Charm” contra hegemonía: el nuevo relato de Pekín
Varios analistas señalan que Pekín aprovecha el momento para presentarse como alternativa a una hegemonía estadounidense desgastada. Neil Thomas, del Asia Society Policy Institute, advierte que China busca liderar la narrativa de “campeona del multilateralismo”.
Pero la tarea no será fácil. China mantiene superávit comerciales con 172 países y enfrenta resistencia por sus prácticas industriales. Según Bert Hofman, exdirector del Banco Mundial en Pekín, este dominio excesivo debilita su soft power.
Wang Yi lidera el “charm” chino global
A sus 71 años, el canciller Wang Yi se ha reunido con decenas de ministros y presidentes, desde Nigeria hasta Suiza. En su encuentro con el canciller de Nigeria, reiteró su rechazo a “proteccionismo y hegemonía”.
Este activismo continúa la estrategia iniciada en 2023 para reparar lazos post pandemia. Ha reactivado reuniones con Australia, India, Japón y Corea del Sur, incluso con tensiones militares latentes.
ASEAN, África y América Latina: prioridades geopolíticas
En el sudeste asiático, Xi ha obtenido compromisos como el de Malasia, que preside ASEAN este año, para acelerar acuerdos comerciales. Países como Camboya y Vietnam también sirven como hubs de reexportación para evitar aranceles.
En África y Latinoamérica, China ha invertido más de 160.000 millones de dólares en 2023. A través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), ha ganado peso en infraestructuras y manufactura, aumentando su resiliencia frente a sanciones.
La UE: el objetivo más complejo del “charm” de Pekín
Europa es el desafío clave. Aunque la Comisión Europea abrió la puerta a una distensión, persisten los roces por el enorme superávit chino. El año pasado fue de 304.500 millones de euros y ha motivado investigaciones contra vehículos eléctricos y otros sectores.

La visita de Ursula von der Leyen y António Costa a Pekín en julio podría marcar un punto de inflexión, aunque diplomáticos europeos advierten que la simpatía hacia China es limitada. La economía dirigida y la sobreproducción son fuentes de fricción constantes.
“Charm” bajo sospecha: señales contradictorias
A pesar del tono conciliador, China ha enviado mensajes ambiguos. Nombrar a Lu Shaye, un diplomático “lobo guerrero”, como representante para Europa generó inquietud. Su historial incluye declaraciones polémicas sobre Crimeay países bálticos.
Expertos creen que aunque China no aspira a romper con EE.UU., sí busca más autonomía en su relación con Europa. Shi Yan, de la Universidad Tsinghua, afirma que
“Hay margen para avanzar hacia una cooperación pragmática”
En Asia-Pacífico, el “charm” choca con la geopolítica
A pesar de los gestos, los socios regionales aún ven a EE.UU. como un contrapeso militar clave. Las maniobras militares de China cerca de Taiwán, sus choques con Filipinas y su presencia en el mar de Tasmania generan escepticismo.
“No se van a romper décadas de integración defensiva, pero Pekín está dificultando que EE.UU. forme coaliciones”
Dice Neil Thomas,
La diplomacia china gana terreno, pero sigue cargando con su propio peso estratégico.
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