PUNTOS IMPORTANTES:
- Nike se hundió en Wall Street pese a superar expectativas, por el fuerte retroceso de sus ventas en China.
- Los aranceles y la presión sobre los márgenes refuerzan la cautela del mercado sobre la recuperación.
- La compañía avanza en su reestructuración, pero los inversores piden señales más claras y rápidas.
Las acciones de Nike (NKE) vivieron una jornada para el olvido y se desplomaron más de un 10% este viernes. El golpe llegó pese a que la compañía presentó resultados trimestrales mejores de lo esperado. El problema no estuvo en los números globales, sino en un foco que Wall Street sigue mirando con lupa: China.
El mercado reaccionó con dureza mientras digería una combinación incómoda para los inversores. Por un lado, señales de fortaleza en EE.UU. Por otro, una debilidad persistente en Asia y un impacto cada vez más visible de los aranceles, que amenaza los márgenes del gigante deportivo.
China vuelve a encender las alarmas para Nike
La empresa superó las previsiones de beneficios e ingresos en su segundo trimestre fiscal de 2026. La compañía ganó 53 centavos por acción, por encima de los 38 centavos que esperaba el consenso, y facturó 12.430 millones de dólares, también por encima de lo estimado. Sin embargo, el mercado decidió mirar más allá del titular positivo.
Las ventas en Norteamérica crecieron un 9% y alcanzaron los 5.630 millones de dólares, confirmando que la marca sigue fuerte en su principal mercado. El contraste llegó desde China, donde los ingresos se hundieron un 17%, hasta los 1.420 millones de dólares. Esa caída volvió a poner en duda la capacidad de Nike para reactivar una región clave que lleva meses mostrando un consumo errático tras la pandemia.
La reacción no se limitó a Estados Unidos. Las acciones de Adidas y Puma también cedieron en Europa, arrastradas por el temor a que la debilidad china se extienda al conjunto del sector de ropa deportiva y consumo discrecional.
Aranceles, márgenes y una recuperación que va más lenta
A la presión de China se sumó el impacto de los aranceles. Nike anticipó una caída de los márgenes brutos de entre 1,75% y 2,25% en el próximo trimestre, con un golpe directo de 3,15% atribuible a los aranceles. De hecho, la compañía ya reconoció que su margen bruto cayó 3% en el último trimestre.
El consejero delegado, Elliott Hill, insistió en que el ejercicio 2026 sigue siendo un año de transición. La empresa avanza en su plan para limpiar inventario antiguo, reforzar las relaciones mayoristas y recuperar una experiencia más premium en su canal digital. Aun así, admitió que la mejora en China no avanza “al nivel ni al ritmo” necesarios para impulsar un giro más amplio.
Nike también mostró señales mixtas en su estructura de ventas. Los ingresos mayoristas crecieron un 8%, hasta los 7.500 millones de dólares, mientras que las ventas directas cayeron un 8%, hasta los 4.600 millones de dólares. A esto se sumó la debilidad de Converse, cuyas ventas retrocedieron un 30%.
Luces aisladas en medio del castigo bursátil
No todo fue negativo. Nike destacó que Nike.com firmó su mejor Black Friday de la historia, impulsado por el lanzamiento de las Air Jordan “Black Cat”. Además, la compañía prepara el estreno de una nueva plataforma de calzado en enero, Nike Mind, orientada al rendimiento deportivo.
También avanzan los cambios internos. Hill está simplificando la estructura de la empresa y eliminando capas de gestión para acelerar la toma de decisiones. Aun así, los analistas mantienen la cautela. Citi advirtió que la debilidad en China podría prolongarse durante buena parte de 2026, complicando una recuperación más clara en 2027.
Con este escenario, el mercado optó por castigar la acción. Nike ya acumula una caída superior al 22% en lo que va de año, y la sensación es que la recuperación existe, pero avanza más despacio de lo que Wall Street está dispuesto a tolerar.













