PUNTOS IMPORTANTES:
- En 2025 el oro subió un 48%, impulsado por bancos centrales, inflación y la búsqueda de refugio ante la incertidumbre global.
- El metal alcanzó un RSI de 90, su mayor nivel de sobrecompra desde 1980, lo que sugiere riesgo de corrección.
- El debilitamiento del dólar y el cierre del gobierno en Estados Unidos refuerzan su atractivo, pero los analistas temen un retroceso brusco.
El oro volvió a ser protagonista en 2025. Tras un repunte imparable que lo llevó a rozar los 4.000 dólares, el metal precioso acaba de encender una señal técnica que no se veía desde 1980.
El índice de fuerza relativa (RSI), una de las métricas más seguidas por los analistas, alcanzó 90 puntos en el gráfico mensual, su nivel más extremo en más de cuarenta años.
Para los expertos, un RSI tan alto suele ser una señal de sobrecompra: cuando el entusiasmo se dispara, el riesgo de corrección también. Ya ocurrió a principios de los ochenta, cuando el oro se disparó a precios récord para luego desplomarse en los años siguientes, dejando a muchos inversores atrapados.
¿Por qué se disparó el oro?
Este 2025, sin embargo, el contexto es diferente. La escalada del oro, que acumula una subida del 48% en lo que va de año, no se explica solo por la especulación. A la incertidumbre geopolítica se suman las compras masivas de los bancos centrales y la búsqueda de refugio de los inversores frente a la inflación y las turbulencias de las divisas. Todo ello ha impulsado un rally que parecía imparable.
Aun así, el ambiente político y económico en Estados Unidos sigue pesando. El cierre del gobierno en Washington ha intensificado la demanda de activos seguros, mientras las expectativas de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal han debilitado al dólar. Y un dólar más flojo siempre juega a favor del oro, que se vuelve más atractivo para los inversores internacionales. De hecho, el índice del dólar (DXY) encadenó cuatro jornadas de pérdidas, algo que no sucedía desde julio, cayendo a 97,64 tras haber rozado 99 a principios de septiembre.
La gran pregunta ahora es si la historia volverá a repetirse: ¿estamos ante la antesala de una corrección como la de 1980 o el oro encontrará fuerzas para romper con su pasado? Nadie tiene la respuesta definitiva, pero el mercado vigila cada movimiento con lupa.