PUNTOS IMPORTANTES:
- El plan de Biden aumenta la tasa marginal sobre ganancias de capital e introduce un impuesto del 25% sobre ganancias no realizadas.
- Expertos advierten que podría afectar negativamente la economía y las estrategias de inversión.
- Algunos ven potenciales beneficios a largo plazo en la equidad fiscal y el estímulo económico.
El recién propuesto plan fiscal del presidente Joe Biden continúa provocando debate sobre sus ramificaciones directas en el paisaje de inversiones y la economía general.
La propuesta implica un aumento en la tasa marginal máxima sobre ganancias de capital a largo plazo y dividendos calificados hasta el 44,6%. Además, introduce un concepto novedoso de un impuesto del 25% sobre ganancias no realizadas, dirigido a individuos que ganan más de 1.000.000 USD anualmente.
El plan fiscal de Biden representa un posible revés o ganancia para algunos inversionistas, especialmente aquellos dentro del tramo de ingresos objetivo. Notablemente, el significativo aumento en los impuestos sobr e las ganancias de capital también podría erosionar los retornos de inversión y disminuir el atractivo de estrategias de inversión específicas.
Perspectivas de expertos sobre el plan fiscal de Biden
En consecuencia, varios expertos han advertido que si las propuestas se convierten en ley, podría ser perjudicial para la economía. Particularmente, E.J. Antoni, economista y becario de investigación en The Heritage Foundation, señaló que gravar elementos como la inversión de capital podría descarrilar las inversiones, llevando a una desaceleración económica.
“Si vas a gravar algo, obtendrás menos de ello. <…> Y eso es tan cierto para la inversión como lo es para cualquier otra cosa. Gravar las ganancias de capital significa menos inversión, significa menos crecimiento económico, y significa que el aumento en el nivel de vida de las personas va a disminuir drásticamente”.
Al mismo tiempo, el magnate inmobiliario estadounidense Grant Cardone sostiene que el plan de Biden podría no funcionar para América, acusando al presidente de replicar lo que está sucediendo en Canadá. Considerando que la propuesta fiscal se presenta antes de las elecciones de noviembre, el inversionista sugirió que podría tener ramificaciones políticas.
Además, el inversionista Kevin O’Leary advirtió que la propuesta de Biden apunta a menos crecimiento y señaló que debe ser cuidadoso en el futuro.
Por otro lado, algunos analistas, como Michael Seifert, CEO del mercado digital PublicSquare, han calificado la propuesta como un desastre, señalando que podría sofocar el crecimiento y desalentar las inversiones.
“Es un completo desastre, y produce cualquier cosa menos igualdad. <…> ¿Cómo demonios eso fomenta la innovación, el crecimiento, el emprendimiento? Estoy impactado de que tengan la audacia de hacer esto en un año electoral, y de otra manera, no me sorprende en absoluto”.
Apoyo al plan de Biden
Sin embargo, no todos los inversionistas ven el plan fiscal de Biden como un presagio de desastre. Ha habido argumentos perennes de que las reformas fiscales propuestas podrían llevar a un sistema fiscal más justo, asegurando que las personas de altos ingresos contribuyan con su parte justa a los ingresos gubernamentales.
Los proponentes sugieren que podría generar fondos para infraestructura y programas sociales, estimulando en última instancia el crecimiento económico y beneficiando a los inversionistas a largo plazo.
En general, el destino del plan fiscal de Biden y su impacto en los inversionistas dependerá finalmente de las negociaciones políticas y su implementación en los próximos meses. Además, introducir un impuesto sobre ganancias no realizadas añade complejidad e incertidumbre al paisaje fiscal, lo que podría llevar a los inversionistas a reconsiderar sus estrategias de inversión a largo plazo.