PUNTOS IMPORTANTES:
- El acuerdo conocido como Fase 1, inicialmente tendría una duración de 18 meses, pero si ambas partes no consiguen acordar uno nuevo, esta fase 1 podría alargarse todavía más.
- China sigue insistiendo en que los Estados Unidos abandone los aranceles impuestos durante la administración de Trump, sin embargo, aún no han hecho una propuesta para renovar el acuerdo, porque los funcionarios chinos no quieren discutir los límites de los subsidios.
- Desde el punto de vista de Estados Unidos, el acuerdo comercial Fase 1, aún no ha cumplido las expectativas.
Justo antes del inicio de la pandemia, China y Estados Unidos habían pactado una serie de acuerdos que inicialmente tendría una duración de 18 meses, y que sería algo temporal.
Sin embargo, después del cierre de fronteras, el aumento de casos de Covid-19 a nivel mundial, y la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, las cosas se comenzaron a complicar y el acuerdo tuvo bajas y subidas.
Con una economía mundial al borde del colapso en varias ocasiones, y recuperaciones esporádicas en algunos sectores, la pandemia cambio completamente las reglas del juego y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Hasta el momento, el acuerdo conocido como Fase 1, puede ser reemplazado por uno nuevo, y debido al cambio de administración en los Estados Unidos, Biden, puede ser una mejor opción para conseguir un acuerdo más prolongado que el conseguido por su anterior sucesor Donald Trump, sin embargo se necesita que ambas partes lleguen a un consenso.
Este miércoles en Washington, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, realizó una llamada de presentación con un alto funcionario chino, el viceprimer ministro Liu He, una señal de que Liu, el mismo negociador principal que se enfrentó a la administración Trump, que seguirá cumpliendo su papel también con esta nueva administración de Biden.
Si bien es cierto Biden no es Trump, justo después de ganar las elecciones y asumir el cargo, Biden afirmo que no iban a relajar las prácticas comerciales con China, y en reiteradas ocasiones ha dicho que mejorar los acuerdos con Europa y otros aliados sería la prioridad.
Tai, a principios del mes de mayo también afirmo que le da la bienvenida a la competencia, pero si esta no es justa, se deberán tomar medidas.
“Pero la competencia debe ser justa, y si China no puede o no se adapta a las reglas y normas internacionales, debemos ser audaces y creativos al tomar medidas para nivelar el campo de juego y mejorar nuestras propias capacidades y asociaciones”.
Representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai
Por el lado chino, siguen insistiendo en que los Estados Unidos abandone los aranceles impuestos durante la administración de Trump, sin embargo, aún no han hecho una propuesta para renovar el acuerdo, porque los funcionarios chinos no quieren discutir los límites de los subsidios.
En caso de no lograr ningún acuerdo, la inicialmente Fase 1, podría seguir rigiendo las reglas durante al menos, un par de años más.
Aunque algunas disposiciones expiran a finales de año, el acuerdo incluye requisitos permanentes, como que China deje de obligar a las empresas extranjeras a transferir tecnología a empresas chinas como condición para hacer negocios allí. Una cláusula oscura también exige que China compre cantidades crecientes de productos estadounidenses hasta 2025.
Otro tema que puede sobresalir de todo esto, sería la industria solar, y más, si la administración de Biden sigue enfatizando sus políticas sobre el cambio climático.
¿El acuerdo Fase 1 ha funcionado?
Por el momento, y desde el punto de vista de Estados Unidos, el acuerdo comercial Fase 1, no ha cumplido las expectativas, ya que se buscaba que las negociaciones nivelarían el enorme desequilibrio comercial entre los dos países y frenaran los subsidios chinos, que las empresas y funcionarios estadounidenses consideran que crean enormes competidores financiados por el estado para las industrias estadounidenses.
De hecho, el déficit comercial entre ambos países creció durante los primeros 3 meses de este año en comparación con el año anterior, algo que también se vio impulsado por las compras de productos electrónicos de consumo, equipos de ejercicio y otros bienes fabricados principalmente en China.
Y aunque durante la guerra comercial la administración Trump intentó persuadir a China de que renunciara a los subsidios o colocara límites, lo cierto es que China ha aceptado los aranceles y hecho caso omiso al tema de los subsidios.
En el año y medio transcurrido desde entonces, China ha duplicado los subsidios en muchos sectores. Xi Jinping, el principal líder del país, ha respaldado enérgicamente el impulso de China para lograr la autosuficiencia industrial.
Incluso presentar una oferta sería ahora para intercambiar reducciones en los subsidios chinos por recortes en los aranceles estadounidenses requeriría enfrentar a poderosos distritos nacionales en China. La mayoría de los ministerios gubernamentales ahora parecen estar decididos a gastar lo que sea necesario para convertir al país en una potencia tecnológica, dijeron personas familiarizadas con las políticas económicas de China según el New York Times.
Ahora toca esperar a este próximo verano, a que ambas partes realicen una revisión de alto nivel y ver si consiguen un nuevo acuerdo.
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