PUNTOS IMPORTANTES:
- Conflicto recrudece tras ataques mortal a turistas en Cachemira.
- Bombardeos y derribo de cazas elevan tensión entre vecinos armados.
- Diplomacia internacional fracasa en contener una escalada mayor.
El conflicto entre India y Pakistán reabre viejas heridas
India anunció ataques aéreos sobre nueve objetivos en territorio paquistaní en represalia por la muerte de 26 personas en Cachemira, la mayoría turistas. El ataque, atribuido a militantes, intensificó el conflicto entre estos dos vecinos con arsenal nuclear.
Pakistán confirmó que ocho personas murieron y 35 resultaron heridas por los bombardeos. Según Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz militar, las fuerzas paquistaníes derribaron dos cazas indios. India no emitió una respuesta oficial, aunque su ministerio de defensa reafirmó que las operaciones fueron contra campamentos usados por terroristas.
La tensión creció pese a intentos diplomáticos. El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, contactó la semana pasada a ambos gobiernos sin éxito en desescalar la situación. La ofensiva pone fin a una relativa calma mantenida desde el alto al fuego pactado en 2021.
India insiste en que los atacantes tenían vínculos con Pakistán. La policía en Cachemira publicó retratos de tres sospechosos, incluyendo una recompensa de 24.000 dólares por cada uno. De ellos, uno sería militante local y dos, paquistaníes. No obstante, Nueva Delhi aún no ha mostrado pruebas concluyentes.
Reacción internacional y perspectivas de escalada
Pakistán niega cualquier implicación en el atentado y acusa a India de fomentar una red terrorista en su territorio, afirmación que Nueva Delhi rechaza categóricamente. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, denunció ataques en cinco zonas distintas y prometió que “el enemigo no logrará sus objetivos condenables”.
La comunidad internacional teme que el actual conflicto derive en una espiral de represalias. Analistas como Ashley Tellis, del Carnegie Endowment, advierten sobre abrir una “caja de Pandora”. El exembajador Husain Haqqani plantea que una nueva ofensiva paquistaní podría detonar una cadena de escaladas peligrosas.
India, bajo el liderazgo de Narendra Modi, ha endurecido su retórica. Prometió perseguir a los atacantes “hasta los confines del mundo”, reforzando una postura de fuerza que inquieta a los observadores internacionales. Mientras tanto, Pakistán enfrenta su propia crisis interna y mantiene una postura de respuesta condicionada.
Ambas naciones han librado tres guerras, la mayoría centradas en la región disputada de Cachemira. El temor de un nuevo enfrentamiento crece conforme fracasan los esfuerzos para frenar la violencia. La región se encuentra en un punto crítico, con consecuencias potenciales para toda Asia y mercados internacionales.
Descargo de responsabilidad: Toda la información encontrada en Bitfinanzas es dada con la mejor intención, esta no representa ninguna recomendación de inversión y es solo para fines informativos. Recuerda hacer siempre tu propia investigación.