¿Tesla puede evitar la fuerte caída que anticipa Wells Fargo?

Wells Fargo (WFC) advirtió que la debilidad en el negocio automotor principal de Tesla (TSLA) podría intensificar la presión sobre la acción, que ya acumula una pérdida de más del 22% en lo que va de 2025.

“Los fundamentos de Tesla en el negocio automotor continúan deteriorándose”, escribió Colin Langan, analista de Wells Fargo, en una nota publicada el lunes. Según el banco, las entregas globales de mayo cayeron un 23% interanual, mientras que las promociones financieras agresivas en su sitio web actúan como recortes de precio encubiertos. Esto, según el informe, amenaza los márgenes del segundo trimestre, al reducir el apalancamiento operativo.

Wells Fargo reiteró su calificación de infraponderar y fijó un precio objetivo de 120 dólares por acción, lo que implicaría una caída de 61% respecto al cierre del lunes, que fue de 308,58 dólares.

Proyecciones sombrías pese al impulso de la robotaxi

El banco también señaló que factores potencialmente positivos, como el desarrollo de la conducción autónoma, ya no son suficientes para compensar la debilidad en las ventas de vehículos. Muchos inversionistas están enfocados en el esperado lanzamiento del servicio de robotaxis de Tesla el próximo 12 de junio en Austin, Texas.

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“No creemos que un debut limitado pueda compensar los pobres fundamentos actuales”.

Langan.

A esto se suman otros desafíos para la compañía liderada por Elon Musk. La desaceleración en las ventas, la competencia creciente en China y el impacto incierto de los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump sobre los vehículos eléctricos complican aún más el panorama.

En junio, Tesla ya ha perdido casi un 10% de su valor bursátil, en medio de una creciente tensión política. Musk ha criticado duramente el nuevo paquete fiscal impulsado por Trump, mientras el presidente respondió con ataques personales. Ambos protagonizaron recientemente un intercambio de mensajes en redes como X y Truth Social, elevando la incertidumbre regulatoria para la empresa.

El conflicto político se produce poco después de que Musk renunciara a su rol como “empleado especial del gobierno”, donde estaba a cargo de la agencia ficticia DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental). Aunque en los últimos días ninguno ha vuelto a referirse al otro públicamente, la tensión entre ambos continúa latente.

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