PUNTOS IMPORTANTES:
- Michelle Bowman del Banco de la Reserva Federal cuestiona la necesidad de una CBDC en EE.UU.
- Las stablecoins podrían ser una alternativa al dólar digital, pero presentan desafíos de estabilidad y regulación.
- Es esencial comprender los riesgos de los activos digitales para proteger a los consumidores y mantener la estabilidad financiera.
La alta funcionaria del Banco de la Reserva Federal, Michelle Bowman, ha generado cierta controversia con sus recientes declaraciones acerca de la pertinencia de adoptar una moneda digital de banco central (CBDC) en territorio estadounidense.
El debate sobre el Dólar Digital
Durante una charla en Harvard, Bowman abordó el tema de las CBDCs y reflexionó sobre la posibilidad de que ya existan alternativas que solucionen los mismos desafíos que un eventual dólar digital pretende superar.
«Podríamos estar ante soluciones ya propuestas que atiendan a gran parte, o incluso la totalidad, de las problemáticas que una CBDC busca resolver, pero con mayor efectividad y eficiencia», indicó. «Sin embargo, los beneficios concretos de una CBDC en territorio estadounidense aún están en el aire. Y no debemos olvidar que su implementación podría traer consigo riesgos y decisiones complejas para el sistema financiero, como efectos no anticipados en el sistema bancario y serios temas relacionados con la privacidad de los usuarios.»
Stablecoins: ¿Una alternativa viable?
Una parte destacada de su discurso se centró en las stablecoins, esas criptomonedas cuyo valor está atado al dólar. Bowman planteó que estas podrían ser una respuesta al vacío que las CBDCs buscan llenar. Pero, al mismo tiempo, remarcó sus desafíos.
«Si bien las stablecoins surgieron con la idea de facilitar el comercio de otros criptoactivos, recientemente se han posicionado como una alternativa a los sistemas de pago tradicionales y hasta como una forma de preservar valor», explicó. «A pesar de su promesa de convertibilidad uno a uno con el dólar, la realidad ha mostrado que son menos seguras, estables y reguladas que las herramientas financieras convencionales. Esta clase de activos digitales, considerados como sustitutos monetarios, pueden acarrear riesgos tanto para el consumidor como para nuestro sistema bancario.»
Un llamado a la cautela
Bowman no dudó en subrayar la importancia de comprender a fondo los riesgos asociados con los activos digitales y los innovadores mecanismos de pago y bancarios. Aunque se mostró abierta a la innovación que beneficie a los usuarios, hizo un llamado a proceder con precaución.
«Apoyo firmemente las innovaciones responsables que favorezcan a los consumidores», concluyó. «Pero es vital ser cautelosos con aquellas soluciones que podrían alterar o incluso eliminar intermediarios en nuestro sistema bancario, ya que esto podría afectar negativamente a los usuarios y generar inestabilidades en el panorama financiero.»