PUNTOS IMPORTANTES:
- China enfrenta desequilibrios macro sin precedentes, advierte Bass.
- El colapso inmobiliario y bancario acelera la fuga de capitales.
- El dólar y los bonos del Tesoro emergen como refugios globales.
China enfrenta una fractura económica sistémica
El gestor Kyle Bass advirtió que China atraviesa el mayor desequilibrio macroeconómico global de la historia, con efectos que ya impactan a inversores de todo el mundo.
“Estamos viendo los desequilibrios más grandes que el mundo haya conocido, y todos convergen en China”
Declaró.
Pese a haber sido proyectada como potencia dominante, la economía china entra en una espiral descendente sin freno, según Bass. El deflactor del PIB sigue cayendo, reflejando la contracción de la actividad real. Esta dinámica pone presión sobre activos colaterales, deprime el sistema bancario en la sombra y acelera la fuga de capitales.
El centro del problema está en el sector inmobiliario, que representa el 30% del PIB chino. La sobreconstrucción, los impagos de promotoras y los 60 a 70 millones de viviendas vacías anticipan un colapso.
“Es un esquema Ponzi que finalmente colapsa”
Sentenció Bass.
Pekín opta por el control en vez de la corrección. En lugar de permitir ajustes de mercado, refuerza restricciones de capital y vigilancia financiera, evitando reformas estructurales.
Capital global gira hacia EE.UU. y refuerza al dólar
La reacción no es solo regional.
“China vive una crisis bancaria en cámara lenta, y el capital hace todo lo posible por escapar”
Advirtió Bass.
Esa fuga está redibujando el mapa macro global, con consecuencias directas para el mercado estadounidense.
El giro hacia el dólar refleja un patrón claro. Ante cada crisis —desde la financiera de 2008 hasta la guerra en Ucrania— el dólar ha emergido como refugio, fortalecido por su liquidez, profundidad de mercado y confianza institucional.
Aunque EE.UU. mantiene déficits récord y elevada emisión de deuda, los bonos del Tesoro continúan siendo el activo más demandado en tiempos de incertidumbre. Aun con rendimientos bajos, ofrecen seguridad de devolución, no solo retorno financiero.
La divergencia entre políticas monetarias acentúa este fenómeno. “El BCE recortó tasas ocho veces en este ciclo, mientras la Fed se mantiene firme”, lo que genera un diferencial de tasas que empuja flujos hacia EE.UU.
Además, el dólar se beneficia de cinco ventajas estructurales: no hay alternativa viable, fortaleza económica relativa, efecto red, baja desdolarización y resiliencia frente a shocks.
Efectos sobre inflación, crecimiento y mercado estadounidense
La implosión de China también exporta deflación al mundo. EE.UU., que durante décadas importó desinflación vía China, ahora podría experimentar una presión bajista más aguda sobre precios. Esto podría confundir a la Fed y provocar un error de política monetaria transitorio.
“El crecimiento económico sigue cayendo. Y dado que la inflación es una función de oferta y demanda, no sorprende que también se enfríe”
Explicó Bass, citando un índice compuesto de 100 indicadores.
Para las empresas multinacionales de EE.UU., una China debilitada implica menos comercio global, menor demanda externa y caída de ingresos internacionales. El efecto cascada alcanzará el PIB nominal, especialmente en sectores dependientes del crecimiento asiático.
“La economía china no enfrenta un ciclo. Es un cambio estructural hacia un crecimiento real nulo o negativo”
Advirtió Bass.
En este contexto, los fundamentos clásicos como productividad, ganancias y expansión de capital pasan a segundo plano frente a la estabilidad macro y la gestión del riesgo.