PUNTOS IMPORTANTES:
- El sistema financiero enfrenta un dilema crítico tras 17 años de intervención monetaria, con una deuda nacional que aumentó 2,2 billones de dólares en 2025.
- A pesar de la desaceleración del IPC, el endeudamiento de los consumidores crece a un ritmo de 190.000 millones de dólares cada trimestre.
- Analistas advierten que si la Reserva Federal continúa recortando las tasas, la inflación podría resurgir con fuerza para el tercer trimestre de 2026.
En un sistema dominado por la economía keynesiana, la palabra «deflación» se considera tabú. Cada elemento de la política financiera moderna está diseñado para prevenir un evento deflacionario, utilizando cualquier estímulo fiduciario necesario. Sin embargo, tras 17 años de intervención monetaria persistente, Estados Unidos enfrenta las consecuencias de un sistema que ha esquivado la rendición de cuentas financiera.
La pregunta actual con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es cómo reaccionarán los bancos. Como se señaló el mes pasado, los precios del oro y la plata parecen estar al borde de volverse parabólicos, lo que indica presiones inflacionarias entrantes. Esto se debe parcialmente a los pagos de intereses monolíticos que el gobierno de EE. UU. debe realizar sobre la deuda existente, los cuales ascienden a 250.000 millones de dólares cada 3 meses actualmente.
El mercado laboral y la expansión de la deuda
Existen señales de que la deflación podría estar cerca, aunque el consumo no se detiene. La disponibilidad de empleo ha caído en 500.000 vacantes en el último año. Además, ha habido aumentos en los despidos en 2025, pero el 27% de ellos están conectados a los recortes del DOGE a la burocracia gubernamental. Los trabajos de cuello blanco han visto un aumento en los despidos de alrededor del 19% durante el año.
Por otro lado, la deuda nacional de EE. UU. aumentó en 2,2 billones de dólares en 2025. La deuda de crédito al consumo está aumentando en alrededor de 190.000 millones de dólares cada trimestre, y la deuda total de los hogares ha alcanzado los 18,5 billones de dólares. A pesar de esto, no ha habido una desaceleración notable en el gasto minorista ni en el endeudamiento crediticio.
Perspectivas para 2026: ¿Retorno de la inflación?
Se sospecha que un evento deflacionario es posible, pero solo después de que otra ronda de inflación golpee la economía. Si la Reserva Federal recorta las tasas al punto que el IPC se dispare nuevamente, el aumento de precios obstaculizará el gasto. En otras palabras, la montaña rusa comienza en 2026 a medida que el banco central continúa recortando. Se debe vigilar el retorno de la inestabilidad en el IPC en el verano y el otoño.
Los aranceles de Trump probablemente serán culpados, a pesar de que los datos de investigación de Harvard estiman que han causado un aumento en el IPC de solo 0,7%. Esto se debe a que los precios de muchos bienes suben un promedio del 250% una vez que llegan a EE. UU., permitiendo a las corporaciones absorber los impuestos. Sin embargo, si el banco central regresa a tasas más bajas, el endeudamiento explotará a niveles aún más altos. La inflación resurgirá, probablemente para el tercer trimestre de 2026, si la Fed continúa recortando las tasas de interés el próximo año.
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