PUNTOS IMPORTANTES:
- Grandes empresas estadounidenses recortan empleos ante inflación y temores por nuevos aranceles.
- Target, Nestlé y Amazon lideran los recortes, afectando a decenas de miles de empleados.
- Analistas advierten que las medidas reflejan preparación ante un ciclo de desaceleración global.
Los despidos corporativos en Estados Unidos se aceleran mientras las empresas buscan anticiparse a posibles choques derivados de los nuevos aranceles impulsados por la administración de Donald Trump. Pese a que las ventas y volúmenes generales siguen mostrando crecimiento, la tendencia a reducir personal continúa, reflejando un clima de cautela ante la inflación y la incertidumbre comercial.
Según analistas, el patrón de recortes que comenzó a inicios de año con el desmantelamiento de múltiples programas de diversidad y equidad (DEI) ahora se ha extendido a casi todos los sectores corporativos. Las compañías parecen prepararse para un posible enfriamiento económico más que para una simple optimización de costes.
Grandes empresas lideran los recortes
Target (TGT) anunció 1.000 despidos y la eliminación de 800 puestos globales en su fuerza corporativa. Aunque algunos sectores atribuyeron los recortes a presiones sociales, la compañía explicó que responden a incertidumbre por los aranceles e inflación. En paralelo, Nestlé (NESN) planea 16.000 despidos en los próximos dos años, de los cuales 12.000 corresponden a empleos administrativos.
El impacto se extiende al sector logístico. UPS (UPS) eliminó 12.000 puestos de oficina en 2024 y comenzó a cerrar 73 centros operativos, lo que implicará la pérdida de 20.000 empleos adicionales. Estas medidas buscan ajustarse a la caída de envíos globales por los aranceles y a la reducción del 50 % del volumen proveniente de Amazon (AMZN).
En la industria automotriz, Rivian (RIVN) suprimió 600 empleos corporativos por la baja demanda de vehículos eléctricos, mientras que General Motors (GM) reducirá 3.500 trabajadores en 2025, citando ventas lentas y presiones arancelarias.
El sector de consumo tampoco escapa al ajuste. Nike (NKE) recortará 2.000 empleos administrativos en una reestructuración derivada de una caída del 9,8 % en ingresos interanuales, influida por su alta dependencia de China, origen del 24 % de su producción, país directamente afectado por los aranceles de Trump. Starbucks (SBUX) eliminará 900 puestos este mes, luego de 1.100 recortes en febrero.
En tecnología y finanzas, Applied Materials (AMAT) despidió 1.400 trabajadores, Morgan Stanley (MS) recortó 2.400 empleos en sus divisiones administrativas, y Charter Communications (CHTR) eliminó 1.200 puestos directivos.
Por su parte, Amazon (AMZN) planea recortar hasta 30.000 empleos corporativos, lo que representa casi el 10 % de su plantilla de oficina, tras haber sobredimensionado su estructura durante el auge del comercio electrónico en la pandemia.
Un patrón que anticipa una recesión más amplia
Las empresas justifican los despidos como una medida preventiva frente a un entorno económico que podría deteriorarse. Por ejemplo, Target espera ahorrar 171 millones de dólares en salarios y beneficios anuales al eliminar 1.800 posiciones, aunque esas reducciones apenas compensan una pérdida de 846 millones en ventas entre 2024 y 2025.
Los analistas señalan que los recortes corporativos suelen marcar el inicio de una ola de despidos más amplia, no una simple “optimización de recursos”. Este comportamiento sugiere que la contracción laboral podría extenderse más allá de 2025.
La inflación, aunque moderada bajo la administración de Joe Biden, mantiene elevados los precios de alimentos, energía y vivienda. Según los expertos, revertir una crisis de estanflación requiere más tiempo del que lleva el nuevo gobierno, ya que los altos tipos de interés no han reducido la demanda lo suficiente.
Mientras tanto, el gasto y el endeudamiento de los consumidores estadounidenses siguen en niveles récord, lo que complica los esfuerzos por controlar los precios. En cuanto a los aranceles, el retorno de una política proteccionista bajo Donald Trump se considera “necesario pero costoso” a corto plazo. Aunque el objetivo es repatriar manufactura y reducir dependencia exterior, los beneficios de esta estrategia podrían tardar años en materializarse.
Por ello, numerosas compañías están recortando personal y ajustando costos para protegerse de posibles turbulencias económicas. Los analistas advierten que, si bien las medidas mejoran la rentabilidad inmediata, podrían exacerbar la desaceleración del empleo y limitar la recuperación del consumo.
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