PUNTOS IMPORTANTES:
- Ethereum ha sobreestimado el impacto positivo de los rollups en su ecosistema, lo que ha provocado una desconexión entre las L2 y la capa 1, debilitando el efecto de red que antes consolidaba su liderazgo.
- Se propone escalar agresivamente la capa 1 de Ethereum, aumentando su capacidad de procesamiento y ejecución para que vuelva a ser el centro del ecosistema, atrayendo y reteniendo valor, usuarios y desarrolladores.
- Los «ultrasound rollups» representan una evolución estratégica, integrando completamente las L2 con Ethereum en disponibilidad de datos, ejecución, secuenciación y uso de ETH como gas, lo que permitiría una Ethereum unificada, más eficiente y escalable.
El ecosistema Ethereum atraviesa un momento clave en su evolución. Mientras nuevas aplicaciones, desarrolladores y usuarios se concentran cada vez más en soluciones de segunda capa (L2), se evidencia un fenómeno preocupante: gran parte de esa actividad no está reforzando el llamado «flywheel» o efecto de red de la red principal (L1). En lugar de fortalecer el ecosistema, muchas de estas L2 están operando de forma aislada, drenando valor sin retroalimentar la infraestructura base.
Esta desconexión se origina, en gran parte, por una sobreestimación en las expectativas que se tenían sobre los rollups como solución de escalado. Desde 2020, Ethereum priorizó los rollups sobre otras opciones como el sharding, bajo la premisa de que serían más simples, no comprometerían la seguridad del L1 y ofrecerían mejor composabilidad. Sin embargo, esta elección técnica se convirtió también en una arquitectura de incentivos que, con el tiempo, ha mostrado sus limitaciones.
Blockchains como Solana y Monad han demostrado que es posible escalar sin sharding, mientras que los propios desarrolladores de Ethereum han dejado claro que se puede llevar la capa 1 mucho más lejos en términos de rendimiento. La apuesta exclusiva por los rollups se adelantó a explorar completamente las posibilidades que ofrecía el escalado directo de la red principal.
El modelo actual requiere un replanteamiento del flywheel de Ethereum. En lugar de que las L2 extraigan valor sin retornarlo, deberían actuar como extensiones que aceleren la circulación de efectos de red dentro del ecosistema. Es decir, ofrecer escalabilidad flexible, facilitar la personalización y experimentación, atraer nuevos usuarios y desarrolladores, y contribuir al crecimiento económico tanto de la L2 como de la L1, sin perder composabilidad con Ethereum.
Para lograr este objetivo, es necesario fortalecer la capa 1. Una red principal sólida no solo sirve como base para innovar, sino que se convierte en un punto de coordinación confiable, en un lugar donde vale la pena mantener reservas en ETH y construir nuevos proyectos. Escalar la L1 implica aumentar el rendimiento de transacciones por segundo, mejorar el uso del gas por segundo y reducir los tiempos de slot. En esencia, Ethereum debe ser tanto la mejor red para asentamientos como una plataforma poderosa de ejecución.
En este contexto, surge una nueva propuesta: los “ultrasound rollups”, rollups que usan Ethereum para la disponibilidad de datos, para la ejecución y para la secuenciación, además de utilizar ETH como token de gas. Este diseño integraría completamente los rollups en la red Ethereum, devolviendo la sinergia que el ecosistema necesita. Aunque hoy no son posibles bajo la arquitectura actual, con los cambios técnicos adecuados —como la incorporación de un nuevo opcode para el motor de ejecución—, estos rollups podrían convertirse en realidad.
El impacto sería significativo. Los ultrasound rollups mantendrían la composabilidad de Ethereum, permitirían una personalización profunda, y ofrecerían escalabilidad a gran escala sin perder cohesión. No serían simplemente una mejora técnica, sino una evolución estructural del ecosistema, permitiendo a Ethereum ofrecer todo lo que otras cadenas modulares prometen, pero de forma integrada.
La visión a futuro es una Ethereum unificada, con composabilidad síncrona universal, donde usuarios y desarrolladores operan sin fricciones entre la L1 y las L2. Las aplicaciones se construyen de forma nativa sin preocuparse por puentes, y el usuario no percibe la diferencia entre cadenas. Todo sucede dentro de una única zona económica expandida: Ethereum.
En este modelo, Ethereum se posiciona como el proveedor más confiable de servicios centrales para rollups, la infraestructura más segura para disponibilidad de datos y secuenciación, y el punto de referencia para la ejecución descentralizada. Con ello, la narrativa se refuerza: Ethereum no solo sigue siendo relevante, sino que se convierte en la mejor opción para construir el futuro del internet descentralizado.
El camino está claro: escalar la capa 1, integrar los rollups en la red y consolidar todo el ecosistema en una sola experiencia. Y hacerlo lo más rápido posible.