PUNTOS IMPORTANTES:
- Robert Kiyosaki apuesta por el ganado Wagyu.
- Los precios del ganado alcanzan máximos históricos.
- Menor producción y aranceles impulsan la escasez en EE. UU.
Robert Kiyosaki, autor de Padre Rico, Padre Pobre y conocido crítico del dinero fiduciario, es famoso por recomendar inversiones en Bitcoin (BTC) y metales preciosos. Sin embargo, en los últimos años ha diversificado hacia un activo inesperado: el ganado Wagyu.
El empresario reveló que comenzó a invertir en este tipo de ganado en 2022, cuando un amigo suyo se mudó a Wyoming y compró un rancho.
“Invierto en ganado, en ganado Wagyu. ¿Sabes por qué? Porque cada vez que el toro Wagyu se reproduce, obtengo semen, es decir, flujo de efectivo. Confío más en el ganado Wagyu que en Joe Biden”.
Kiyosaki.
Explicó que todo empezó cuando visitó el rancho de su amigo y se encontró con la oportunidad:
“Me dijo: ‘Oh, Dios mío, nunca supe que había tanto dinero en el ganado Wagyu’. Yo respondí: ‘¿Qué?!’ (…) Estaba en Wyoming inspeccionando este toro Wagyu, y lo bueno es que es un auténtico toro Wagyu japonés. Hay toros Wagyu americanos y toros Wagyu japoneses (…) Wagyu es una marca como Ford o Chevy”.
Aunque Kiyosaki ha ganado fama por predecir en repetidas ocasiones crisis financieras que no siempre se materializan, en este caso podría haber acertado con su elección, ya que los precios del ganado han alcanzado niveles históricos.
Precios récord por escasez y mayor demanda
El lunes 25 de agosto, el precio del ganado alcanzó un máximo histórico cercano a los 240 dólares, impulsado por la fuerte demanda de carne y una caída en la producción de res en Estados Unidos. El hato nacional se redujo a sus niveles más bajos desde 1973, según un informe de julio del Departamento de Agricultura (USDA).

La contracción se debe en parte a que los ganaderos han reducido la cría de vacas por los altos costos de alimentación y los propios precios elevados del ganado, lo que genera un círculo vicioso que limita aún más la oferta.
A esta presión se suman los aranceles, ya que en agosto se aplicó un impuesto de 50% a la carne de res importada de Brasil, que representa casi una cuarta parte de las importaciones estadounidenses. Esto elevó aún más los precios.
Las condiciones climáticas adversas también desempeñan un papel importante. Periodos prolongados de sequía en estados clave productores de ganado han obligado a los rancheros a reducir sus hatos.
“Los ganaderos no pueden mantener rebaños grandes, lo que alimenta directamente la escasez que eleva los precios”.
Jackie Madill, directora ejecutiva de la Washington State Beef Commission.
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Modestamente no contempla el cambio generacional,se come menos carne y más vegetales y legumbres. Los derechos de los animales están pisando fuerte sumado a sequias e inundaciones.