PUNTOS IMPORTANTES:
- La intervención del Banco Central Suizo ha evitado la quiebra de Credit Suisse y ha frenado la sangría en la Bolsa.
- El problema es de liquidez, no de solvencia, y se trata de un problema en la Bolsa, no en la calle.
- La reunión del BCE puede afectar el ritmo de subida de los tipos de interés y su impacto en algunos bancos que tienen deudas que repagar.
La reciente crisis financiera derivada del rescate que Credit Suisse necesita para evitar su quiebra y la quiebra del banco de Silicon Valley ha sido motivo de preocupación para muchos inversores. Detrás de estos eventos, se encuentra un elemento común: el pánico.
El pasado viernes, el banco de Silicon Valley quebró por la subida de tipos, lo que puso a toda la banca bajo la lupa. Por su parte, Credit Suisse confesó haber trucado sus cuentas y perdió el apoyo de sus accionistas saudíes. Aunque solo se trata de dos eventos que aparentemente no tienen nada que ver entre ellos, el pánico ha sido un factor común en ambos casos.
En situaciones de pánico bancario, la gente suele vender primero y pensar después. Eso es exactamente lo que ocurrió el miércoles cuando se hundió toda la banca y se vendió toda la banca, independientemente de su solvencia. Afortunadamente, el Banco Central Suizo ha intervenido y ha abierto una línea de fondos propia de 50.000 millones de euros para evitar la quiebra de Credit Suisse y evitar la sangría en el mercado.
El cambio de situación aquí es la intervención del Banco Central Suizo, que ha dicho que pondrá el dinero que sea necesario para mantener a Credit Suisse a salvo. Y eso debiera servir de “torniquete” para evitar una sangría que le ha costado 20.000 millones de valores a los bancos españoles, incluyendo Sabadell y BBVA, que perdieron un 10% de valor en un solo día, y Santander, CaixaBank y Bankinter, que perdieron más del 6%.
Aunque la situación ha sido caótica en la Bolsa, es importante destacar que el problema está en la Bolsa, no en la calle. En estos momentos, se trata de un problema de liquidez y no de solvencia. Por lo tanto, no hay razones para preocuparse por la estabilidad financiera del sector bancario en su conjunto.
Este jueves, el Banco Central Europeo se reunirá para decidir si sube los tipos de interés, lo que marcará el encarecimiento de las hipotecas a tipo variable. Los bancos centrales tienen la misión de ser predecibles y aburridos, pero hoy en día, eso puede no ser así. El BCE había anunciado que iba a subir los tipos otro 0,5% hasta el 3,5% para frenar la inflación. Sin embargo, ahora puede repensar ese ritmo para no agravar la debilidad de algunos bancos que tienen deudas que repagar.
De momento, el BCE ha pedido a todos los bancos europeos que le informen del grado de negocio que tienen con Credit Suisse para hacerse una idea del riesgo de contagio. En todo caso, lo más importante es que el problema es de liquidez y no de solvencia, y que la intervención del Banco Central Suizo debiera servir de “torniquete” para evitar una mayor sangría en la Bolsa.
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