Megabill de Trump avanza tras voto dividido en el Senado

El Senado aprobó este martes el megabill del presidente Donald Trump tras días de negociaciones y una maratónica sesión de enmiendas que en varios momentos puso en riesgo el paquete de política interna.

La votación final fue de 51 a 50, con el vicepresidente JD Vance emitiendo el voto decisivo para romper el empate. Los senadores republicanos Thom Tillis (Carolina del Norte), Rand Paul (Kentucky) y Susan Collins (Maine) rompieron filas y votaron en contra del proyecto de gasto masivo.

El futuro incierto en la Cámara de Representantes

La victoria del líder de la mayoría en el Senado, John Thune, podría ser breve, ya que ahora el megabill regresa a la Cámara de Representantes, donde enfrenta un futuro incierto debido a la firme oposición de legisladores republicanos. La Cámara, que apenas aprobó su versión del proyecto, debe aceptar los cambios sustanciales introducidos por el Senado, una tarea compleja considerando que varios republicanos han expresado preocupación por el impacto del paquete en el déficit.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) proyecta que el proyecto agregará al menos 3 billones de dólares al déficit federal durante la próxima década. Algunos republicanos de la Cámara votaron a favor con reservas en mayo, y ahora, con los cambios del Senado, que incluyen recortes más profundos a Medicaid, la resistencia se ha intensificado.

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Con su escasa mayoría, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, solo puede permitirse perder tres votos para aprobar la legislación de manera partidaria. Aun así, senadores republicanos celebraron la aprobación en su cámara como una victoria tras un fin de semana de trabajo y un récord de sesión de “vote-a-rama” que duró 24 horas.

Maratón de votaciones y enmiendas

El proyecto superó su primer obstáculo clave el sábado por la noche, cuando se mantuvo abierta la votación durante horas mientras varios legisladores se mostraban reacios a cambiar su posición. Durante más de 24 horas, los senadores votaron casi 50 enmiendas al proyecto en un proceso maratónico conocido como “vote-a-rama”. Ninguna de las enmiendas alteró fundamentalmente el contenido del proyecto, aunque los demócratas aprovecharon para forzar a sus colegas republicanos a posicionarse públicamente sobre asuntos políticamente delicados.

Mientras el proyecto regresa a la Cámara, los legisladores se apresuran para tratar de enviarlo al escritorio de Trump antes del plazo autoimpuesto del 4 de julio. El paquete busca codificar la amplia agenda de política interna de Trump y enfrenta un camino complicado en la cámara baja.

Miembros conservadores de línea dura, como el representante Chip Roy (Texas), han expresado su frustración por lo que consideran una maniobra del Senado para forzar el voto en la Cámara antes de la fecha límite, a pesar de la persistente oposición.

“El rumor es que el Senado planea imponernos su OBBB más débil e inaceptable antes del 4/7”, escribió Roy en X la semana pasada, en referencia al “one big, beautiful bill” de Trump, que fue renombrado justo antes de la votación. “Esto no es sorpresa, pero sería un error”, agregó, advirtiendo que “no votaría a favor en su forma actual”.

La aprobación en el Senado se produjo después de que Trump intensificara la presión sobre los legisladores la semana pasada, instándolos a aprobar el proyecto antes del 4 de julio para cumplir su propio plazo.

“A mis amigos en el Senado, enciérrense en una sala si es necesario, no se vayan a casa y CIÉRRENLO ESTA SEMANA”.

Donald Trump en Truth Social.

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