PUNTOS IMPORTANTES:
- Un cierre de gobierno en Estados Unidos dejaría a 750.000 empleados sin sueldo y afectaría subsidios de salud del Obamacare.
- Los mercados financieros enfrentarían retrasos en reportes económicos y mayor incertidumbre en la política monetaria de la Fed.
- Analistas advierten que un shutdown prolongado podría elevar desempleo, frenar hipotecas y afectar la confianza de inversionistas.
Un cierre de gobierno en Estados Unidos amenaza con tener repercusiones profundas en las finanzas personales y en los mercados financieros, dependiendo de cuánto se prolongue la parálisis. Economistas y analistas advierten que desde sueldos atrasados para empleados federales hasta problemas para obtener una hipoteca o planificar viajes podrían ser parte de los efectos inmediatos.
Los subsidios reforzados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), que reducen los costos de seguros médicos a millones de personas, también podrían estar en riesgo indirectamente.
“El estancamiento del Congreso golpea de nuevo, empujando al gobierno hacia un cierre potencial desde el 1 de octubre”
Jennifer Timmerman, analista de inversión en Wells Fargo Investment Institute.
Qué es un cierre de gobierno
Cada año, el Congreso debe aprobar leyes de financiamiento para el nuevo año fiscal. Cuando no logra completar el proceso a tiempo, se produce un cierre. A partir del 1 de octubre de 2026, el gobierno detendría funciones consideradas “no esenciales”.
Servicios esenciales como control aéreo o seguridad nacional seguirán operando, mientras que cheques del Seguro Social y beneficios de Medicare se mantienen al ser gastos obligatorios. El último cierre total ocurrió en 2013, con 16 días de paralización y 850.000 trabajadores suspendidos. Durante el mandato de Donald Trump hubo uno parcial que duró 35 días, el más largo de la historia.
Un cierre de menos de dos semanas tendría efectos limitados, pero si se prolonga, el costo económico crece.
“Cada semana de shutdown resta una décima al PIB anualizado del trimestre”
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s.
Impacto en trabajadores y contratistas
Los empleados federales no esenciales serían enviados a casa sin sueldo, aunque luego reciben pago retroactivo. Los contratistas del gobierno, desde servicios de cafetería hasta consultoría, sufrirían tras 3–4 semanas al no recibir pagos, y a diferencia de los empleados, históricamente no recuperan ingresos.
En el cierre de 2018-2019, unos 800.000 empleados estuvieron sin sueldo o trabajando sin pago, lo que significó pérdidas de 70.000 millones de dólares o 0,3% del PIB anualizado, según Capital Economics.
Consecuencias para consumidores
El programa federal de seguros contra inundaciones cerraría de inmediato a nuevas pólizas, frenando hipotecas que lo requieren. Según TD Cowen, las entidades financieras adelantaron cierres de créditos antes del 30 de septiembre, pero un shutdown prolongado bloquearía nuevas operaciones.
Los viajes también se verían alterados: parques y monumentos cerrarían, y agentes de la TSA o controladores aéreos deberían trabajar sin sueldo, lo que podría causar ausencias y largas filas en aeropuertos.
Consecuencias para los mercados
La publicación de reportes económicos clave, como el de empleo o el índice de precios al consumidor (IPC), se retrasaría. Esto dejaría a la Reserva Federal (Fed) “volando a ciegas” de cara a su reunión del 28–29 de octubre, aumentando el riesgo de errores en política monetaria.
En el pasado, el S&P 500 mostró resiliencia: subió en promedio 4,4% durante shutdowns, según Morgan Stanley Wealth Management. Sin embargo, un cierre prolongado podría erosionar la confianza en EE. UU. como activo refugio.
Duración posible del cierre
Expertos señalan que esta parálisis podría extenderse más de lo habitual por la pugna política. Los demócratas buscan ampliar los subsidios del Obamacare, cuya expiración elevaría las primas 75% en 2027, afectando a 22 millones de estadounidenses. El costo anual de extenderlos sería de 30.000 millones de dólares.
Los republicanos exigen aprobar primero una resolución de financiamiento y discutir los créditos después. El único catalizador visible sería el 1 de noviembre, cuando abre la inscripción de planes de salud.
Riesgo de despidos permanentes
A diferencia de cierres anteriores, el presidente Donald Trump amenazó con despedir de forma permanente a miles de empleados no esenciales. Si se llegaran a recortar 750.000 puestos, la tasa de desempleo subiría medio punto porcentual.
“Eso sería otra historia, con impactos inmediatos y muy significativos”
Advirtió Mark Zandi.
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