PUNTOS IMPORTANTES:
- Trump propone medidas para impulsar la innovación en criptomonedas, prometiendo un entorno más accesible.
- El control republicano en el Senado allana el camino para modificaciones en la regulación cripto.
- La industria muestra optimismo ante la posibilidad de un liderazgo diferente en la SEC.
Donald Trump regresa a la Casa Blanca tras ganar su tercer intento por el cargo, asegurando más de los 270 votos electorales necesarios. Este triunfo no solo marca un hito político, sino que también podría cambiar radicalmente el entorno regulatorio de las criptomonedas en la economía más grande del mundo.
Durante la campaña, Trump prometió despedir al presidente de la SEC, Gary Gensler, y crear un marco regulatorio más amigable para Bitcoin y otros activos digitales.
A diferencia de Kamala Harris, quien apenas mencionó el tema, Trump dedicó esfuerzos a atraer a la industria, participando en conferencias de Bitcoin (BTC) y haciendo promesas ambiciosas, como fabricar Bitcoin en Estados Unidos.
Más allá de la política: ¿Qué significa esto para el cripto?
Los republicanos también ganaron el control del Senado, lo que podría facilitar la implementación de políticas pro-cripto. Trump ya cuenta con un historial mixto en esta área. Su primer mandato incluyó propuestas regulatorias controversiales, algunas de las cuales fueron desechadas durante el gobierno de Biden. Sin embargo, ahora promete un enfoque renovado que podría eliminar obstáculos regulatorios.
El exmandatario se comprometió a liberar a Ross Ulbricht, creador de Silk Road, y a fortalecer la innovación tecnológica en Estados Unidos. Esto, junto con su enfoque proteccionista y medidas como la imposición de aranceles, forma parte de su plan económico integral.
Un apoyo firme desde la industria cripto
Trump recibió un notable respaldo de figuras clave del ecosistema cripto, en parte gracias a sus campañas de NFTs y su participación activa en eventos como Bitcoin Nashville. En ese foro, destacó:
«Bitcoin no es solo un logro tecnológico, es un milagro de cooperación y esfuerzo humano».
Mientras tanto, su retórica más autoritaria sigue generando divisiones, con promesas de deportaciones masivas y advertencias sobre «enemigos internos». Estas declaraciones, sin embargo, no parecen haber afectado su atractivo entre los defensores del cripto.