PUNTOS IMPORTANTES:
- Bélgica se convirtió en el primer país en introducir la cuarentena obligatoria de la viruela del mono debido al aumento de casos globales.
- En Reino Unido ha dicho que aquellos que tienen un alto riesgo de contraer la enfermedad deben aislarse por sí mismos durante 21 días.
- Además, el Fondo Monetario Internacional dice que la economía mundial se enfrenta a una “confluencia de calamidades” en la mayor prueba desde la Segunda Guerra Mundial.
Se comenzó a ver un aumento en los contagios en todo el mundo de la viruela del mono y Bélgica, por temor a un brote, se convirtió en el primer país en introducir la cuarentena obligatoria de 21 días para los pacientes con la enfermedad.
Hasta el lunes, el país europeo había reportado cuatro casos, aunque también hay varios sospechosos. En todo el mundo, hay confirmados más de 100 contagios, según CNBC.
A diferencia del coronavirus, las autoridades sanitarias belgas han declarado que los contactos estrechos no deben aislarse, aunque llamaron a estar alerta a la población.
“Las personas infectadas tendrán que entrar en aislamiento por contacto hasta que las heridas hayan sanado (recibirán instrucciones concretas al respecto por parte del médico tratante)”, decía una versión del gobierno.
Por otra parte, el Reino Unido emitió una advertencia similar a la de Bélgica, aunque afirmó que de contraer la enfermedad los pacientes deben aislarse por decisión propia.
La preocupación del FMI
Durante un nuevo foro económico mundial, en Suiza, el Fondo Monetario Internacional declaró que el mundo enfrenta su “mayor prueba desde la Segunda Guerra Mundial”, después de ver sucesos como la guerra en Ucrania, una inflación muy alta, los efectos que dejó el coronavirus y el recorte de crecimiento. Además, a esto se le podría sumar el brote del virus del mono.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, reconoció que los elevados precios de los alimentos y la energía están agobiando a los hogares de todo el mundo, mientras que los bancos centrales están endureciendo la política monetaria para controlar la inflación, ejerciendo una mayor presión sobre las naciones, empresas y familias endeudadas.
“Sin embargo, nuestra capacidad de respuesta se ve obstaculizada por otra consecuencia de la guerra en Ucrania: el riesgo cada vez mayor de fragmentación geoeconómica. Las tensiones sobre el comercio, los estándares tecnológicos y la seguridad han ido en aumento durante muchos años, socavando el crecimiento y la confianza en el sistema económico mundial actual”.
Kristalina Georgieva.