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Bancarrota corporativa en EE UU alcanza nivel crítico desde 2010
PUNTOS IMPORTANTES:
- Bancarrota corporativa en EE UU escala a máximos desde 2010.
- Aumentan también quiebras personales y agrícolas en 2025.
- El peso de la deuda genera tensión en familias y mercados.
Bancarrota corporativa marca récord en grandes compañías
Durante los primeros siete meses de 2025, 446 grandes empresas estadounidenses se declararon en bancarrota, el mayor número desde 2010. Según datos de S&P Global Market Intelligence, solo en julio se registraron 71 solicitudes, la cifra más alta desde julio de 2020. Este repunte coloca a 2025 en camino de superar ampliamente los niveles de los últimos años. A diferencia de 2010, cuando aún se arrastraban los efectos de la crisis financiera global, el incremento actual obedece a un entorno de deuda excesiva y burbujas económicas que comienzan a estallar, con efectos visibles también en los mercados financieros y de crédito.
El fenómeno no se limita a grandes corporaciones. De acuerdo con la Oficina Administrativa de los Tribunales de EE UU, las quiebras totales en el país alcanzaron 542.529 casos en los doce meses terminados en junio, un 11,5% más que el año anterior. Los procesos empresariales subieron 4,5%, mientras que las bancarrotas personales se incrementaron en 11,8%. El repunte muestra que la presión financiera afecta a todos los niveles, desde firmas multinacionales hasta familias que no logran sostener sus compromisos básicos.
El campo y los hogares bajo presión financiera creciente
El sector agrícola tampoco escapa a esta dinámica. Investigadores de la Universidad de Arkansas registraron más de 250 granjas que acudieron al Capítulo 12 entre abril de 2024 y marzo de 2025, superando los niveles de años previos. Altas tasas de interés y escasez de mano de obra se suman a un escenario que recuerda a la tensión vivida en 2018 y 2019. El economista Ryan Loy advirtió que, al replicarse la tendencia a escala nacional, las presiones financieras están reapareciendo con fuerza.
El deterioro económico también se refleja en el ánimo de los consumidores. Un estudio de Self Financial reveló que 66,3% de los estadounidenses con deudas tienden a minimizar o esconder su situación, lo que subraya la carga emocional del problema. Además, según Empower, los ciudadanos dedican cuatro horas al día a pensar en sus finanzas. El 53% de los adultos asegura sentir mayor estrés financiero que nunca, con una incidencia más marcada en la Generación X (62%) y también significativa en los baby boomers (41%).
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Precios y empleos golpeados por la bancarrota y el consumo débil
Los costos básicos agravan la presión. En promedio, los estadounidenses destinan 42% de sus ingresos a vivienda, mientras alimentos clave marcan récords. La carne molida alcanzó 6,25 dólares por libra, frente a 5,49 un año atrás. Los bistecs se ubican en 11,87 dólares, más que en 2024 y 2020. A su vez, el café encareció más de 30% interanual, y el panorama no anticipa alivio en el corto plazo.
Las empresas también ajustan operaciones. Kroger anunció el cierre de más de 60 tiendas para 2026 y el despido de casi 1.000 empleados tras el fracaso de su fusión de 25.000 millones con Albertsons. En este entorno, millones de trabajadores que viven al día enfrentan el riesgo de perderlo todo. Para analistas, la economía ha entrado en la fase de “burbujas que estallan”, un proceso que exigirá ajustes dolorosos tanto a corporaciones como a hogares.
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