El oro digital, como llaman a Bitcoin, se ha convertido en la principal fuente de inversión y ahorros de los turcos.

Bitcoin = refugio

Muchos trabajadores y empleados con sueldos realmente bajos, están viendo en Bitcoin una forma de salvar sus ahorros, porque la ven como una moneda con valor refugio. Conscientes de los riesgos que acarrea este tipo de inversiones no dejan de soñar con un sueldo adicional que pueda proporcionarles el oro digital.

Un trabajador de un lavado de autos en Ankara, identificado como Batuhan, comentó a la agencia EFE:

“Comencé a invertir en Bitcoin por sugerencias de un amigo, invertí algo más de 140 dólares y he ido ganando y perdiendo, ahorita flutúa entre los 60 y los 80 dólares, depende del mercado diario. Nadie sabe qué va a pasar, pero voy a dejar mi dinero ahí, a ver qué pasa”

Al igual que Batuhan, muchos de sus compañeros de trabajo, invierten en la bolsa digital; y emiten conceptos como estos:

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Millones de criptousuarios

Bitcoin y Ethereum están entre las criptomonedas más usadas por cerca del 15% de los ciudadanos turcos; ubicando a la nación euroasiática, ubicada al sureste de Europa y suroeste de Asia, en la cuarta posición, globalmente vista.

Puede alcanzar un volumen diario de operaciones que sobrepasa los 1.500 millones dólares, donde se ha hecho común ver comercios que reciben criptomonedas como mecanismo de pago. Un profesor de Estambul de nombre Selcuk, afirma que prefiere invertir sus ahorros en su especial oro digital: Bitcoin, evitando que su dinero se devalúe.

Recientemente la lira turca ha venido perdiendo valor por el orden del 35% conparándolo con el euro, esto suma más del 10% en lo que va de año. Los turcos acostumbran tener alguna reserva en oro, pero este catedrático insiste en que Bitcoin puede darle mejores beneficios.

Falta de regulación legal

La ausencia de un cuerpo normativo que regule el uso de las criptomonedas ha traído graves consecuencias a miles de turcos, que han confiado en empresas serias. Tal es el caso de la exchange más poderosa de Turquía, Thodex, certificada por un regulador estadounidense, que movía más de 600 millones de dólares diarios.

El pasado abril cerró operaciones en Turquía, dejando a más de 350.000 clientes batallando en tribunales por sus ahorros, que asienden a más de 105 millones de dólares. Su propietario Faruk Fatih Özer, tiene una alerta roja y está siendo solicitado en todo el mundo.

Otros pequeños comerciantes de Mugla, también se vieron afectados tras el cierre de Vebitocin, un mercado dedicado a las criptodivisas, en ese provincia. A raíz de esto, el gobierno asumió la responsabilidad de intentar regular las criptodivisas, ordenando que todas las operación con valores superiores a 10.000 liras, fueran reportadas a la AEDF.

Necesaria nueva legislación

El abogado Ozan Turançiftçi, asesor de la internacional PWC en Estambul, aseguró a EFE, que se requiere de una nueva legislación que regule este mercado. Actualmente se están calculando multas e impuestos que los ciudadanos deberán pagar el próximo año, por falta de regulación específica.

Turançiftçi dijo en sus declaraciones que:

“Primero debe definirse muy bien qué se va a regular, luego se regula y posteriormente podrá hablarse e imponerse los respectivos impuestos. Las actuales normas son evadidas con facilidad por los tenedores de criptodivisas, quienes pueden angañar a los demás”

Minar criptos es un medio de sobrevivencia

La pandemia decretada a causa de la COVID-19 ha perjudicado a mucha gente, incluyendo a pequeños comerciantes, Sadik Sahin, es uno de estos. Sahin poseía un pequeño ciber café en en centro de Ankara, y se vio obligado a cerrarlo, poco tiempo después lo transformó en una granja minera.

Repotenció todos los equipos que tenía y desde entonces está minando Bitcoin, actividad que como se sabe, necesita de una gran potencia energética e informática. Sahín comentó a EFE que:

“Prefiero minar Bitcoin porque cuando vemos su comprtamiento en cuanto a precios, resulta ser la más estable de todas, además de generar menos gastos y rendir mayores beneficios. Muchos de mis amigos están en la actividad de minar Bitcoin, repotenciaron sus equipos y están minando”

Las 50 máquinas que tiene minando 24/7 junto a otro supercomputador que tienen en su residencia, le reportan un promedio superior a los 1.400 euros mensuales. Esta cifra equivale a cinco veces el sueldo mínimo turco, claro está, siempre que haya cierta estabilidad en el precio de Bitcoin.

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