El enigma del mercado de valores: Acciones en canal estrecho y baja volatilidad generan frustración entre inversores

PUNTOS IMPORTANTES:

El mercado financiero ha experimentado acciones agitadas en un canal estrecho con bajo volumen, generando frustración y confusión entre los inversores debido a la falta de movimientos significativos en el S&P 500.
Aunque hay factores que brindan apoyo al mercado de acciones, como la disminución de la inflación y la oferta y demanda favorables, el sentimiento de los inversores sigue siendo mixto y cauteloso, con indicios de una posible recesión económica.
El mercado está en un período de indecisión, con empresas experimentando caídas en sus acciones y cotizando a múltiplos bajos de ganancias, mientras se espera que la Fed aumente las tasas de interés en el futuro cercano, lo que podría generar fluctuaciones en el mercado de valores.

El mercado financiero ha experimentado una serie de acciones agitadas en un canal estrecho con bajo volumen durante semanas. El S&P 500, uno de los principales índices bursátiles de Estados Unidos, ha permanecido prácticamente plano durante la semana, con solo un movimiento diario del 1% este mes.

Actualmente, se encuentra en un nivel que está a mitad de camino entre su máximo histórico alcanzado el año pasado y su mínimo durante el mercado bajista, hace dos años. Esta situación ha generado frustración y confusión entre los inversores, tanto optimistas como bajistas.

Aquellos que se volvieron optimistas basándose en las señales de impulso desde el mínimo alcanzado en octubre y en enero, vieron socavada su convicción cuando el S&P 500 se detuvo exactamente en el nivel sugerido por los gráficos (4200) y la amplitud del mercado mostró debilidad en el camino.

Por otro lado, los inversores bajistas se encuentran perplejos ante la resistencia del mercado a pesar de los signos persistentes de una desaceleración económica, la disminución de las ganancias corporativas, el ajuste en curso de la Reserva Federal, la preocupación por una posible contracción del crédito después del mini-pánico de los bancos regionales y la brecha en el techo de deuda de Estados Unidos que se acerca en el horizonte.

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Bespoke Investment Group, una firma de análisis de inversiones, resumió esta situación después del cierre del viernes, tal como lo menciono la CNBC en un reciente informe, señalando que “A pesar de todo lo que se dice sobre si estamos en un nuevo mercado alcista o si todavía estamos atrapados en un mercado bajista, en este punto parece que no es ninguna de las dos cosas. Si quieres llamarlo un mercado bajista, se ve tan salvaje como un koala, y si vas a ir por la ruta del toro, está furioso más como una vaca que como un toro”.

Las condiciones atmosféricas generales ofrecen cierto apoyo, aunque confuso, al mercado de acciones y explican en parte por qué los índices no han experimentado un colapso severo desde finales del año pasado. La disminución de la inflación históricamente ha sido positiva para el mercado, la supuesta recesión inminente no ha sido confirmada, el S&P 500 ha igualado la caída promedio del mercado bajista el año pasado a pesar de alcanzar niveles máximos, y las quiebras bancarias recientes han adelantado las expectativas de una pausa en el endurecimiento de la Reserva Federal.

Según Bespoke, el S&P 500 ha pasado seis meses desde el fondo de una caída del 20% sin volver a visitar ese mínimo por decimocuarta vez desde la Segunda Guerra Mundial, y en la mayoría de los casos anteriores, el S&P 500 subió seis y 12 meses después de este evento.

Henry McVey, director de inversiones de KKR & Co., destaca que la oferta y demanda de acciones se ha vuelto más favorable, con pocas emisiones nuevas y recompras corporativas en marcha.

Sin embargo, el sentimiento del mercado todavía es mixto, con fondos de cobertura y otros jugadores tácticos que se aferran a los índices, pero con un estado de ánimo cauteloso en general. Las encuestas realizadas por Bank of America y JP Morgan muestran asignaciones de acciones o intenciones de aumentarlas cerca de mínimos históricos entre los inversores profesionales. Los inversores minoristas también muestran aversión al riesgo, buscando bonos a corto plazo y efectivo, a pesar de los bajos rendimientos, lo que indica cierta incertidumbre en el mercado. En resumen, aunque hay ciertos factores que brindan apoyo al mercado de acciones, el sentimiento de los inversores sigue siendo mixto y cauteloso.

Asi entonces, hay indicios de una posible recesión económica, como los indicadores económicos principales, las curvas de rendimiento del Tesoro invertidas y el aumento en las solicitudes de desempleo. Además, la recuperación del mercado de valores desde el mínimo de octubre ha sido débil en comparación con otros mercados alcistas, con ganancias limitadas y con sectores rezagados.

La valoración del mercado está en niveles altos y la volatilidad ha sido baja debido a la falta de movimientos significativos en el S&P 500. Se observa que algunas empresas han experimentado caídas en sus acciones y cotizan a múltiplos bajos de ganancias, lo que podría indicar que el mercado está considerando riesgos macroeconómicos.

Finalmente, el mercado está en un período de indecisión y se espera que la Fed aumente las tasas de interés en el futuro cercano. Aunque se prevén fluctuaciones en el mercado de valores debido a los informes de ganancias, no se espera que sean un catalizador amplio para el mercado. En general, se podría afirmar el mercado de valores está en una fase de consolidación.

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