PUNTOS IMPORTANTES:
- China lidera la producción solar global con una participación del 80%.
- FREYR adquiere una fábrica de Trina en Texas para fortalecer la tecnología solar en EE. UU.
- La Ley de Reducción de la Inflación incentiva la manufactura local, pero enfrenta obstáculos políticos.
Estados Unidos no puede vencer a China en energía solar: ¿es hora de unirse?
Durante años, los funcionarios de EE. UU. han acusado a las empresas chinas de robar tecnología estadounidense para desarrollar sus propias industrias, un proceso conocido como transferencia tecnológica. En sectores como el automotriz, China requería que las empresas estadounidenses formaran joint ventures con firmas chinas, lo que impulsó su industria automotriz local.
Sin embargo, ahora hay indicios de que esta transferencia se está dando en sentido contrario. Una fábrica de módulos solares china en Texas fue vendida recientemente a una empresa estadounidense, un paso que podría traer la tecnología solar más avanzada de China a EE. UU.
Un cambio en la transferencia tecnológica
Trina Solar, uno de los principales fabricantes chinos de energía solar, anunció la venta de su fábrica en Wilmer, Texas, a la empresa estadounidense FREYR Battery. Este acuerdo permitirá que la fábrica produzca cinco gigavatios anuales, cubriendo al menos el 10% de la demanda estadounidense.
Según Evan Calio, director financiero de FREYR, este trato representa un punto de inflexión:
“Comienza esa transferencia tecnológica hacia Occidente y el entrenamiento de una fuerza laboral capacitada”.
Un acuerdo con beneficios políticos
Aunque el acuerdo parece cuestionable desde el punto de vista financiero, tiene sentido político. Trina, una de las empresas de energías renovables más productivas, ha enfrentado una creciente hostilidad en EE. UU. debido a tensiones comerciales. Según Dan Barcelo, CEO de FREYR, ahora que la fábrica está bajo control de una compañía estadounidense, “los inversionistas pueden participar directamente”.
El acuerdo incluye un pago de 100 millones de dólares en efectivo, 150 millones en notas preferentes y una participación accionaria del 19,08% en FREYR.
La supremacía china en la energía solar
China domina el mercado global de fabricación de módulos solares con un 80% de participación, mientras que EE. UU. representa solo el 5%. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 busca cambiar esta dinámica con créditos fiscales para la manufactura local, pero el avance ha sido lento.
En respuesta, varias empresas chinas, incluidas Jinko Solar y Longi, han comenzado a construir fábricas en EE. UU. para beneficiarse de estos incentivos fiscales. Sin embargo, algunos políticos estadounidenses están impulsando leyes para bloquear el acceso chino a estos subsidios, argumentando que “China ha estado socavando a los fabricantes estadounidenses”.
El futuro de la industria solar en ee. uu.
La administración Trump podría adoptar una postura más flexible si las inversiones extranjeras benefician a los trabajadores estadounidenses. De hecho, Trump afirmó que las empresas extranjeras “deberán fabricar en América para vender en América”. Así, acuerdos como el de FREYR y Trina podrían ser la clave para revitalizar la industria solar estadounidense.