PUNTOS IMPORTANTES:
- El consumo en Estados Unidos muestra signos de debilidad, mientras el mercado laboral empieza a resentirse.
- En paralelo, los aranceles y las restricciones migratorias están reduciendo la fuerza laboral y afectando a empresas y consumidores.
- Además, los últimos datos de empleo, muy por debajo de lo esperado, han reavivado los temores de una recesión inminente.
El economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi, no deja de lanzar alertas: la economía estadounidense está al borde del abismo.
Con un tono que mezcla preocupación y realismo, Zandi ha señalado en redes sociales que los datos más recientes pintan un panorama inquietante. El consumo se estanca, la construcción y la manufactura pierden fuerza, y aunque el desempleo sigue bajo, las debilidades en el mercado laboral son cada vez más evidentes.
El golpe más duro llegó a principios de agosto, cuando la bolsa se desplomó tras conocerse los decepcionantes datos de empleo: apenas 73.000 puestos creados en julio, muy lejos de los 109.000 esperados. Peor aún, las cifras de meses anteriores fueron corregidas a la baja, eliminando del mapa más de 250.000 empleos.
¿Qué ocurre en Estados Unidos?
Zandi apunta directamente a dos factores: los aranceles comerciales y las políticas migratorias restrictivas.
Según él, estas medidas están afectando las ganancias de las empresas, el poder adquisitivo de los consumidores y, sobre todo, la fuerza laboral. «Menos trabajadores inmigrantes significa una economía más pequeña«, sentencia.
La reciente decisión de Donald Trump de imponer nuevos aranceles no hace más que aumentar el fantasma de la recesión, un temor que ya había surgido en abril y que ahora regresa con más fuerza.
En este escenario de incertidumbre, Zandi se mantiene como una de las voces más persistentes en advertir los riesgos. Mientras algunos intentan minimizar las señales, él insiste que el peligro es real, y las decisiones de hoy marcarán el rumbo de los próximos meses.