PUNTOS IMPORTANTES:
- Los grandes inversores muestran su mayor optimismo desde febrero, aunque no lo consideran un punto de inflexión claro.
- La probabilidad de recesión en EE. UU. cae al 5 %, y las Magnificent 7 recuperan protagonismo en las carteras.
- El S&P 500 sube más de un 30 % desde abril, pero un 91 % de los inversores cree que las acciones siguen caras.
En Wall Street empieza a soplar un viento distinto. Después de meses de cautela, los gestores de fondos más importantes del mundo han recuperado parte de su confianza en el mercado, alcanzando su nivel de optimismo más alto desde febrero, según la última encuesta global del Bank of America.
El famoso indicador de sentimiento de la entidad que combina factores como la cantidad de efectivo disponible, la exposición a renta variable y las expectativas de crecimiento subió este mes hasta 4,5 puntos, frente al 4,3 de julio.
Puede que no parezca mucho, pero para los analistas es señal de que la tendencia alcista sigue viva. Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones de BofA, cree que todavía no se trata de un “punto de inflexión claro”, aunque reconoce que el tono es cada vez más optimista.
Buena parte de este renovado entusiasmo se debe a que los gestores creen que Estados Unidos evitará una recesión. La probabilidad de un “aterrizaje brusco” se ha desplomado hasta el 5%, el nivel más bajo en lo que va de año.
Y en este contexto, los grandes nombres del sector tecnológico vuelven a brillar: las llamadas Magnificent 7 han recuperado protagonismo en las carteras, con un 45% de presencia media, y más de la mitad de los inversores no ven una burbuja en la inteligencia artificial.
En paralelo, el S&P 500 ha subido más de un 30% desde los mínimos de abril, marcando máximos históricos y acumulando un avance del 8,8% en lo que llevamos de 2025. Todo ello a pesar de unos datos económicos menos alentadores, especialmente en el empleo, y del incremento de aranceles que no ha impedido que los beneficios corporativos del segundo trimestre sorprendieran al alza.
Eso sí, el optimismo tiene matices: un récord del 91% de los encuestados cree que las acciones estadounidenses siguen sobrevaloradas. Hartnett lo resume con una advertencia: “Las asignaciones a renta variable crecen, pero aún no en niveles extremos”. El sentimiento mejora, pero nadie quiere olvidarse de que la euforia, en bolsa, es un arma de doble filo.